Anoche soñé con trenes que cambiaban de vía. Otros seguían su camino. Algunos deben haber sido articulados y ligeros.
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En Vilanova i la Geltrú |
Quién diría que el DRAE consigna varias acepciones para el monosílabo tren, cinco para ser exactos, y 21 expresiones que contienen el vocablo. Quién diría, supongo que muchos pero yo no estaba entre ellos, que el término proviene del francés train y que en primer lugar se refiere a un 1. m. Medio de transporte que circula sobre raíles, compuesto por uno o más vagones arrastrados por una locomotora. Resulta, también, que dizque en México se usa como sinónimo de tranvía (‖ vehículo urbano que circula sobre raíles). Lo que sí me consta es que en el DF hay un museo dedicado a estos bichos, los tranvías.
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En Vilanova i la Geltrú |
Y hoy también podría decir, según la misma fuente, que el tren expreso circula de noche y el tren rápido lo hace de día. Vaya usté a saber si eso es realmente preciso. Habría que confirmar con algún experto, pero no tengo ninguno a la mano. También había (supongo que ya no) trenes botijo (1. m. coloq. tren que en España, durante el verano, trasladaba, sin muchas comodidades, con destino a lugares de vacaciones). Y trenes correo, de cercanías, de escala y de gran velocidad, amén de otros que no tienen que ver con el transporte original propiamente dicho, como el tren de vida o el tren de aterrizaje.
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En Vilanova i la Geltrú |
Entre las expresiones trenísticas, me llamó la atención aquella de "para parar un tren" que significa "abundante" y el piropo unisex (aunque en mi tierra no se entendería): "estar alguien como un tren o como para parar un tren" (1. locs. verbs. coloqs. U. para denotar que una persona es muy atractiva). Aunque entiendo —con todo y su tono hiperbólico— aquello de que la guapura de alguien pudiera lograr que se detuviera un tren, no me queda claro que la hermosura física se compare con el tren mismo, pero, claro, quizá me falte algo de devoción por los aparatos en cuestión, aunque haya adelantado mucho al respecto.
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En la Ciudad de México |
Y la última expresión consignada sí que me es en extremo, quizá demasiado, familiar y hasta un pelín dolorosa todavía:
perder el último ~.
1. loc. verb. coloq. Perder la última oportunidad o esperanza.
Pero eso sí, no es necesaria mayor explicación, solo recordar que cuando no se toman, los trenes se van, que ni qué, y de volver, pues nada, o muy poco.
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En la Ciudad de México |
Y sí, anoche soñé con trenes. Algunos cambiaban de vía. Otros seguían su camino. Algunos habrán sido articulados y ligeros. Pero ninguno echaba marcha atrás.
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