sábado, 17 de mayo de 2025

p:a:p:a:l:o:q:u:e:l:i.t:e:::::

gusto


Del lat. gustus.
  1. m. Sentido corporal con el que se perciben sustancias químicas disueltascomo las de los alimentos.
  2. m. Sabor que tienen las cosas.


Busqué esta palabra en el DLE de la RAE para ver si me ofrecía alguna idea sobre el papel que este sentido corporal juega en nuestra mente, en nuestra red de recuerdos. Pero parece que el diccionario no se interesó por describir lo que nos sucede cuando percibimos el sabor de ciertas cosas y la experiencia nos transporta, cual máquina del tiempo, a otras épocas de nuestra vida. Hay frutas, o plantas, o guisos que saben a la casa de mi abuela o de la tuya o a mi tío Joaquín o tu tía Marisa. 

Así me sucedió hoy, que fui de paseo a Tepoztlán (pueblo querido, tristemente más gentrificado que mágico) con mi amiga Ángeles. Fui a llevar a mi muñeca Pipipa Punk, cuyos brazos, piernas y nariz rellenos de arroz se empezaron a desintegrar desde adentro, con su creadora para que (con suerte) me la repare y Ángeles y yo aprovechamos para almorzar allá. Nos sentamos en un galerón que debió ser el patio-jardín-huerta de una antigua casa, reconvertido en la parte de abajo de un restaurante-fonda de dos pisosm que abre sus puertas (los fines de semana) en la calle que lleva a la subida al Tepozteco.



Ordenamos: ella, un par de quesadillas; yo, un itacate (o tamal aplastado como lo describió mi amiga, aunque puede verse también como un triángulo de maíz relleno de algún guisado) y sendas aguas minerales. Después de una visita al baño, al que se accede por una escalera larguísima, como quien va a la pirámide, atravesando la parte de arriba del lugar y la espesa música que lo cubría todo, finalmente nos sentamos, lo más lejos posible de las bocinas, aunque todo intento de un rincón algo menos ruidoso estaba condenado al fracaso. 

Y entonces nos vimos cara a cara con un florero-botella-lata-contenedor lleno de ramas con hojas verdes en forma de mariposa: el famoso papaloquelite o pápalo, del náhuatl "papálotl" (mariposa, sí como en nuestros papalotes) y "quílitl" (hierba comestible). Yo pregunté ingenuamente si estaba de adorno y me dijeron que no, que era para comerse. (Claro.) Entonces recordé cómo le gustaba a mi papá la hierba mariposa. La traía del mercado grande de Cuernavaca, entre las compras que hacía cada domingo antes de regresarnos a México, y se lo comía así, crudo, arrancándole las hojas para acompañar tacos o tostadas o quesadillas o tamales.

He de confesar que a mí me dio cierto repelús imitar a mi papá por aquello de cómo lo habrán lavado, no tendrá algún bicho de los microscópicos que atacan la panza y otros pensamientos similares. Pero cuando vi a Ángeles arrancarle una hoja y colocarla sobre un trozo de quesadilla, hice lo mismo y me comí una hoja de pápalo con mi trozo de itacate. Tan delicioso como imposible describir su sabor (de tal intensidad que o se ama o se odia sin posibilidad de medias tintas): "aroma y sabor fuerte y característico, similar al cilantro, pero con notas cítricas", dice internet, o sea, sabor a pápalo digo yo, y también digo sabor a mi papá, a cuando era niña y estaba cerca de él y lo veía comer pápalo y me daba a probarlo y me gustaba, creo, porque era como saborearlo a él. 



El pápalo, como los snickers que tanto le gustan a mi maestro, y en realidad cualquier otra cosa que podamos probar (oler, sentir, ver, escuchar) no se puede describir acertadamente con palabras. Las palabras, los conceptos, las etiquetas nos acercan, pero la única manera certera es probando directamente, sintiendo el sabor con las papilas de nuestra propia lengua, sin intentar atraparlo.

Y si se activa algún recuerdo, vivirlo también, momentáneamente, y dejarlo seguir su camino, desvancerse, mientras volvemos al momento presente de nuestra mente, de nuestra experiencia.

viernes, 16 de mayo de 2025

Invitado: Dzigar Kongtrul Rinpoché


Es útil solo investigar la naturaleza de todas las apariencias que inconscientemente creemos que son reales, viendo si podemos identificar una esencia singular, inmutable y autónoma. Cuando hacemos esto una y otra vez, llegamos a ver personalmente lo que significan las enseñanzas cuando dicen que todas las apariencias son como arcoíris y todos los eventos de nuestra vida son como los eventos en un sueño o en película. Cualquier sentido de realidad es meramente el resultado de nuestras proyecciones y creencias habituales, que están arraigadas en la ignorancia. Cuando despertamos a la naturaleza ilusoria e interdependiente de todas las cosas, no solo nos liberamos a nosotros mismos, sino que vemos también cómo es que otros seres sensibles sufren tanto. Llenos de compasión genuina, no tendremos entonces un deseo o una meta mayor que ayudar a los demás a liberarse de sus proyecciones ignorantes habituales.

bugambilia vagabunda, como nosotros en samsara

Original en inglés y fuente, aquí.
Tradución al español e imaen, mías.

martes, 13 de mayo de 2025

Invitado: Chagdud Tulku Rinpoché


Solemos pensar que la única manera de crear felicidad es intentar controlar las circunstancias externas de nuestra vida, intentar arreglar lo que parece estar mal o deshacernos de todo lo que nos molesta. Pero el problema real radica en nuestra reacción a esas circunstancias. Lo que tenemos que cambiar es la  mente y la forma en que experimenta la realidad.




Original en inglés, aquí.
Traducción al español e imagen mías.

lunes, 12 de mayo de 2025

Invitado: Dzongsar Khyentse Rinpoché


Si sabemos, aunque sea tantito, que algunos de nuestros conceptos, sentmientos y objetos familiares existen solo como un sueño, desarrollamos un mucho mejor sentido del humor.

Reconocer el humor en nuestra situación previene el sufrimiento. Seguimos experimentando emociones, pero ya no nos pueden engañar o jugarnos chueco. 


juego de golondrinas esta mañana
















Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.

sábado, 10 de mayo de 2025

Mother's Day


mi mamá y yo 1

mi hijo y yo 1


En las enseñanzas budistas se suele hablar del amor de la madre como el ejemplo del amor incondicional. Y para ilustrar cómo deberíamos de sentirnos (agradecidos, amorosos, compasivos) con respecto a todos los demás seres sensibles con quienes compartimos espacio y tiempo, nos instruyen que recordemos que todes elles han sido nuestras madres en algún momento, en alguna vida, aunque no lo recordemos.

Y como dicen por ahí, cuando el río suena es que agua lleva: algo debe de tener el amor de las madres cuando se habla de él una y otra vez. Aunque la relación con nuestra propia madre pueda distar mucho de ser perfecta o tan siquiera buena, no cabe duda que es una relación que nos moldea y que nos enseña cómo querer o cómo no hacerlo o ambos.

Mi mamá se hizo mamá cuando yo nací y mucho he escrito sobre lo complejo de nuestra relación. Hoy rescato dos fotos de ella sosteniéndome como a los 5 meses y de casi recién nacida. Alcanzo a adivinar en su mirada ese amor que a su modo me tuvo y sin el cual no estaría aquí hoy.

Yo me hice mamá cuando nació mi hijo y si no fuera por su presencia y su amor tampoco estaría hoy aquí. Me habría perdido en el camino de las dudas y el desamor. Aquí dos fotos de Santiago en mis brazos a los 6 y 3 meses más o menos. También he escrito sobre lo difícil que me fue convertirme en mamá y creer que he sido una madre suficientemente buena. Lo he sido, a mi modo.

Celebro hoy a mi mamá y me celebro a mí misma y a mi hijo. Y celebro a todas mis madres de todos los tiempos, deseando que encontremos todas la felicidad duradera y trascendamos el sufrmiento.


mi hijo y yo 2

mi mamá y yo 2 (y mi papá)


viernes, 9 de mayo de 2025

el elefante barrita


Yo tuve un novio (así se les decía entonces) argentino que me llevaba 17 años: yo tenía 25 y él 42 y me sentía soñada. Duramos poco. (Siempre he durado poco con mis novios.) Luego nos hicimos amantes, mientras él se hacía novio de una chica aun menor que yo y yo me preguntaba qué tendría ella que no tuviera yo. (No lo averigüé, pero a ella sí que le tocó viajar a Argentina con él y, quizá, conocer a su mamá.)  Una amiga de entonces, la misma que me presentó a Horacio (así se llamaba el susodicho) me llevó a ver When Harry Met Sally (así que era por ahí de 1989) cuando él y yo terminamos y yo no paraba de llorar. Empecé a reír de nuevo. 

Horacio tenía muchas peculiaridades. (Hablo en pasado porque murió el año de la pandemia, aunque no de covid; yo lo vi por última vez el último día de 2015.) Era escritor (buenísmo) y periodista y amante del jazz. (Creo que aún conservo algunos elepés suyos del género que nunca me pidió de vuelta.) Y, además, se sabía los verbos que se usan para decir qué ruido hacen o emiten los diferentes animales, cómo hablan, pues. Y me los enseñó.

Debe ser algo del cono sur. Esto lo digo porque hace poco, unos meses tal vez, descubrí a una cantante uruguaya que me fascinó: Sylvia Meyer. Juraba que era joven (su voz es la de una joven) y resulta que es un poco mayor que yo. Su álbum más reciente (¿Quién?) contiene una de mis canciones favoritas de todos los tiempos ("Juana de Arco en la ducha") e incluye otra llamada "El león ruge", cuya letra saqué anoche: habla de animales y de cómo hablan. También me encanta.

Acá la dejo y, después, comparto la letra para los curiosos y los fanáticos de la lengua:


el león ruge
el toro bufa bufa o brama o [...] o aturnea 
el perro ladra o late o guau o se arrufa 
el cerdo gruñe
el lobo otila o aúlla
el gato maúlla o ronronea o miau miaga o miau miau o  marramiza o  fu fu fu 
el caballo relincha 
la pantera himpla
la mula im
el asno rozna o rebuzna
la vaca muge o mu o remudia 
el elefante barrita
el ternero berrea
los gamos gamitan o roncan
el ciervo rebrama
la oveja be be be be
el cordero bala 
el pájaro gorjea
la paloma zurea
la gallina clo clo o cloquea cacarea
el gallo quiquiriquí
el cuclillo cucú
el ganso vozna 
el cuervo croaja
el grajo grazna
el jabalí rebudia o arrúa 
el pollo pía
la golondrina trisa
la perdiz ajea o serra
el pato parpa
la cigüeña crotora
la grulla grulle
la rana croa o charlea
el pavo tita
el grillo grilla

Y de pilón, un enlace a está página,
con más animales y sus voces y sus
verbos y sus onomatopeyas.
Fascinante.
De veras.

miércoles, 7 de mayo de 2025

f l o t a d o r e s


Entre las 6 acepciones que tiene la palabra "flotador" en el DLE, ninguna coincide con la 6a acepción de su equivalente inglés "floater" en el Merriam Webster Dictionary, que dice así: 

:  a bit of optical debris (such as a dead cell or cell fragment) in the vitreous humor or lens that may be perceived as a spot before the eye
also a spot in the visual field due to such debris 
usually used in plural

Y que se traduciría como:

:  un poco de detritus óptico (tal como una célula muerta o un fragmento celular) en el humor vítreo o cristalino que puede percibirse como una mancha frente al ojo 
también : una mancha en el campo visual debida a tal detritus    
—generalmente usado en plural


Yo he convivido con estos "flotadores" siempre, yo creo, aunque con la edad se han multiplicado. Es curioso que en las enseñanzas budistas se den como ejemplo de algo que aparece y no existe. A mí algo no me cuadraba en el ejemplo, dada mi convivencia con ellos, y entonces un compañero en el camino espiritual comentó hace poco que no tampoco le hacía sentido el ejemplo porque los "flotadores", esta basura óptica, sí existen, relativamente hablando. Supongo que el ejemplo va en el sentido de que cuando los vemos parece que están allá afuera y, en realidad, no lo están. Y esa confusión se parece a pensar que las cosas existen inherentemente afuera, cuando en realidad son proyecciones de nuestra propia mente. O eso enseñó el Buda, como primer paso para poder empezar a trascender el sufrimiento.

Pero volviendo a los flotadores, en español encontré el término médico: miodesopsias  o "moscas volantes". Aquí, una explicación científica (en español) del National Eye Institute (Instituto Nacional del Ojo) de los Estados Unidos. Son, como dice allí, un fenómeno normal para el cual una (como yo) es más susceptible si tiene miopía elevada o se ha sometido a cirugía por cataratas. También se dice en la red que las miodesopsias son pequeñas y pueden parecer manchas, hilos, telarañas o formas irregulares. Las mías a veces son redondas y brillantes, alguna como un círculo luminoso rodeado de negro. Y sí, se mueven con los movimiento oculares, pero no se pueden tocar ni agarrar ni controlar moviendo los ojos. Normalmente se van rápido pero a veces se quedan más tiempo.

Yo he descubierto últimamente, que mi camarita rosa padece de un problema similar, que aún no sé si tiene solución. Pero me he encontrado fotos en las que aparece esta basura que se parece mucho a lo que yo veo desde adentro de mi ojo como si estuviera afuera.

Aquí una muestra en cielos cuernavacenses:





A lo mejor yo la contagié o, quizá, ella se adaptó para compartir mi experiencia...

martes, 6 de mayo de 2025

Invitado: Dzongsar Khyentse Rinpoché


La práctica budista de la no violencia no se trata meramente de sumisión con una sonrisa o una reflexión suave. La causa raíz de la violencia es cuando alguien se enfoca obsesivamente en una idea extrema, tal como la justicia o la moralidad. Esta fijación suele provenir del hábito de adherirnos a puntos de vista dualistas, tales como malo y bueno, feo y bello, moral e inmoral. La autojusticia inflexible ocupa todo el espacio que, de otro modo, permitiría la empatía por los demás. Se pierde la cordura. La violencia se evita entendiendo que todas estas visiones y valores son complejos e impermanentes, tal como la persona que los defiende. Cuando no tienes ego, o apego al yo, nunca hay una razón para ser violento. Cuando uno entiende que sus enemigos están bajo el influjo poderoso de su propia ignorancia y agresión, que están aprisionados por sus propios hábitos, es más fácil perdonarlos por su conducta y acciones irritantes. Del mismo modo que si alguien en hospice [cuidados paliativos para enfermedades terminales] te insulta, no hay razón para enojarse. Cuando trascendemos la creencia en los extremos de los fenómenos dualistas, trascendemos las causas de la violencia.












Original en inglés, aquí.  Traducción al español e imagen, mías.


lunes, 5 de mayo de 2025

Cinco de mayo


Hoy serían 63 años si mis papás pudieran celebrar su aniversario de bodas. Yo lo celebro en su nombre. Los recuerdo. 
Hoy no encontré las plantas que suelen florear para este día en el jardín del condominio. Pero encontré pétalos de tabachín flotando a la deriva sobre el fondo azul de la alberca del fondo, la más mía de las dos albercas.
Y los fotografié:

Y pensé que así suelen ser nuestros encuentros con otros, nuestros amores: pasajeros y cambiantes. Y algunos, como el de mis papás, dejan frutos y semillas: mi hijo, mi hermano, yo. Y aunque yo no creo que las personas se encuentran después de muertas en la forma que tuvieron en vida, sí creo que los lazos kármicos que nos unieron en una vida, seguro nos unieron en el pasado y nos unirán en el futuro.
Pero, en realidad, ese no es el punto. El punto es más bien trascender el ciclo de sufrimiento de las vidas con sus renacimientos cíclicos para reconocer la naturaleza de nuestra propia mente, que es la de todo y todos sin distinción. 

Ojalá que mi papá y mi mamá estén en ese camino o cerca de encontrarlo.
Ojalá que reconozcan lo que es el amor incondicional y la compasión sin punto de referencia.
Ojalá que hallen la felicidad duradera más allá del sufrimiento mundano.
Y entonces el aniversario no tendrá ya sentido, aunque yo, mientras siga por aquí, se lo seguiré celebrando.

¡Felicidades, pues, Marta y Román!
 

domingo, 4 de mayo de 2025

vecino, na 3


Aquí y acá, en 2022 y 2023, hablaba yo de seres con quienes convivo con más o menos cercanía, con más o menos gusto. Y antes, en esta entrada del 2012, compartí la foto de uno de ellos.

Anoche, mientras me disponía a cerrar las persianas de mi cuarto antes de acostarme, me llamaron la atención el balcón y la ventana de unos vecinos, que se veían así en versión bokeh:



Bastante inofensivos, y hasta simpáticos, ¿no?

Ya enfocados, la historia cambia:




Sin ánimo de juzgar, aunque soy consciente que lo estoy haciendo, me parecen imágenes estridentes visualmente: mucha luz en un balcón, —que acaba metiéndose por mi ventana— ese león enorme con un halo ominoso —cuya mirada también traspasa el espacio donde está—, esa pantalla con personajes que duplican o triplican el tamaño de quien los mira, y que inevitablemente me recuerdan al cuarto/televisión interactiva del Fahrenheit 451 de Bradbury.

Igual estoy completamente equivocada y son gente encantadora. Quizás no lo compruebe nunca y esta entrada no sea más que la materialización de una mente prejuiciosa.

Entonces mejor cierro con una vecina mucho más lejana, compañía constante, aunque no todes nos acordemos de voltear a verla:



 

sábado, 3 de mayo de 2025

Invitado: Chatral Rinpoché


No importa dónde estés, ya sea en un lugar bullicioso o en un retiro solitario, lo único que necesitas conquistar son los cinco venenos de tu mente* y tus verdaderos enemigos: las ocho preocupaciones mundanas.**


*Cinco venenos: ignorancia, apego, aversión, orgullo y envidia 
** Ocho preocupaciones mundanas: desear la felicidad y temer el sufrimiento, desear la fama y temer la insignificancia, desear el elogio y temer la culpa, desear la ganancia y temer la pérdida


encuentro matutino

Original en inglés, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.

viernes, 2 de mayo de 2025

Invitado: Dzongsar Khyentse Rinpoché


¡La renuncia verdadera te sorprenderá!

En el budismo, la renuncia tiene muchos significados e interpretaciones. Mucha gente que he conocido entiende la renuncia budista como distanciarse uno mismo del mundo alrededor, tal como alguna vez lo hizo el príncipe Sidarta. El Buda no pretendía que todo seguidor se afeitara la cabeza. Si quieres practicar el Dharma, lo puedes hacer en el metro, en el trabajo, de camino a casa o después de la cena. Pero también puedes renunciar, puesto que la renuncia no está limitada a una forma de expresión. 

Renuncia significa ya no aferrarte a las cosas a las que solías aferrarte. Cuando ya no te aferras a algo o a un hábito, ello pierde su poder para controlarte y ganas libertad. 

Si quieres saber si tienes una mente de renuncia, puedes ponerla a prueba así: ¿Algo que era muy importante para ti en el pasado es ahora completamente irrelevante? ¿Ya no te preocupan ahora las cosas que solían enojarte con facilidad?

Por ejemplo, si te encuentras con un punto de vista que te incomoda, eso indica que te estás aferrando a un punto de vista contrario. Este punto de vista te esclaviza, de ahí tu incomodidad; y a estas cuestiones también debemos renunciar. Independientemente de si el punto de vista contrario sea correcto o de quién lo haya expresado, si te hace sentir incómodo, ya has quedado comprometido y debes renunciar a ello.

Por ejemplo, un trabajador temporal que contrataste te podría hacer sentir muy incómodo simplemente porque limpia la mesa de forma diferente que tú. Y a ti te disgusta su método aparentemente torpe.

Para deshacerte de este modo de pensar desagradable, hay dos estrategias: una es cambiar tu mentalidad y soltar la idea de que todo el mundo debe hacer las cosas a tu manera. La otra es encontrar un trabajador temporal que limpie la mesa exactamente como tú lo esperas. 

Claramente, la primera es una solución permanente. La segunda solo resuelve el problema temporalmente, y tendrías que seguir cambiando de trabajadores temporales. 

Podrías invertir mucho tiempo encontrando un trabajador temporal que limpie la mesa justo como tú se lo indiques, pero pronto descubrirás que se olvida de jalar la cadena del excusado. 

Un perfeccionista es alguien que quiere que todo sea exactamente como ellos quieren: vivir en un cuarto con paredes color azul cielo, beber solo agua embotellada. El inconveniente de ser un perfeccionista es que con frecuencia sufrirás. 

La mayoría de las cosas en el mundo no se amoldan fácilmente; no siempre salen como nos gustaría. Para lograr que cumplan con tus expectativas, debes invertir mucho tiempo. 

Mucha gente intenta crear un mundo perfecto, pero en última instancia, resulta infructuoso. De hecho, un leve ajuste de tu configuración mental puede hacer todo perfecto. 

La razón por la cual ves un mundo imperfecto se debe a tus diversos apegos y expectativas poco realistas. Si puedes renunciar a ellas, te volverás muy poderoso. 

Cuando ya no insistes en vivir en un cuarto con paredes azules, ya no insistes en beber solo agua embotellada, ya no insistes en beber de tu taza favorita, ya no insistes en que el té tenga la intensidad correcta: cuando renuncias a todos tus apegos, te volverás muy libre, y nada podrá enojarte o dañarte. 


















Original en inglés, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.

jueves, 1 de mayo de 2025

de r:e:t:r:a:t:o:(s)::: y más


La Real Academia establece la etimología del término "retrato" y lo define de diferentes maneras, entre las cuales hoy escojo una, para la cual el diccionario proporciona, además, varios sinónimos:

Del it. ritratto.
  1. m. Pintura o efigie principalmente de una persona.


En la casa de mis papás, de mi abuela Rosa, de mi tía Olga, y de mis abuelos paternos había varios retratos. Además de las fotografía, había retratos pintados por artistas más o menos famosos y yo crecí entre ellos, reconociéndolos como parte de mi familia, pues representaban gente con la que conviví, gente que me tocó conocer enferma o gente que no conocí porque murieron antes de mi tiempo.

Esto salió a colación en mi mente porque, ayer, Día del Niño en México, se me ocurrió poner como perfil temporal de facebook una foto que tomé de un retrato a lápiz que me hizo a mi de bebé la retratista más o menos oficial de mi familia materna. Aquí el dibujo, que no cuenta con firma, así que no puedo comprobar su autoría:


Mis papás siempre me dijeron que este retrato lo había pintado Angelina, una amiga de mi abuelo Óscar, el papá de mi mamá, y por extensión, amiga de la familia. Mi papá le mandó poner un marco dorado y no me acuerdo cuándo me lo dio. Angelina también pintó a mi abuelo en su despacho, cuadro que presidía la sala en la casa de Cuernavaca, donde él estuvo postrado en cama 9 años y donde murió. Aparecía de pie, recargado en un librero, quizás, con un saco café que parecía de gamuza y creo que con un puro en la mano. 

A su primera esposa, mi abuela Adela, la pintó Angelina sentada en un sillón con brazos de madera y con un vestido azul con lunares blancos, como empezaba a verse su pelo. Ese retrato presidía el pasillo del piso de arriba del departamento de mis papás en la colonia Narvarte, en un hueco hecho ex profeso en el librero que recorría todo ese pasillo, entre las habitaciones. Yo platicaba con ella, que me escuchaba tranquila. Le contaba cómo estaba enamorada de mi maestro de francés, un tal Olivier Southgate. No me respondía nada, pero yo me sentía acompañada.

A mis papás también les hizo Angelina sendos retratos a lápiz, que estaban enmarcados con una marialuisa verde y colgados juntos. Manuel, el famoso "tío" Manuel, les decía "los monstruitos" porque no eran muy favorecedores. 

No recuerdo que Angelina retratara a mi abuela Rosa, la segunda esposa de mi abuelo Óscar, ni a mi hermano. La pintora murió cuando él tenía 5 años y yo 6; yo la recuerdo como se recuerda a un fantasma, entre brumas. Recuerdo más a su discípula y amiga, Vita Castro, chaparrita, de pelo violeta y voz ronca, que me hizo un retrato a mis 16 años. Esta pintura la rescató mi tía Marisa de la casa de mi papá en Chimal antes de que mi hermano la vendiera con todo y lo que había adentro,  y me lo dio. El pobre vive abajo de mi cama porque no me gusta mucho. En casa de mi papá dicen que presidía el comedor. 

Y no solo retratos pintó Angelina, sino muchos otros cuadros y grabados, que mi hermano vendió cuando los heredó tras la muerte de mi mamá. A la entrada del departamento de Uxmal, había un paisaje al óleo enorme, pintado desde la carretera entre Cuernavaca y Ciudad de México. El gran protagonista era el volcán Popocatépetl que dicen que mi abuelo le pidió a Angelina que incluyera en la composición, aunque en ese punto de la carretera no se podía ver. (Cualquier parecido con los mecanismos de defensa de mi familia es una  mera coincidencia.)

Cuando cumplí 18, o algún otro hito más o menos importante, mis papás me regalaron una acuarela que Angelina había pintado en Prats de Molló en la Occitania francesa (yo siempre pensé que era Cataluña pero google me ha sacado de mi error...). Mi papá La mandó enmarcar (en Marcos Rey, su enmarcador de confianza) con un marco dorado y una marialuisa de terciopelo azul. Creo que más adelante la reenmarqué con algo menos cargado. Cuando iba a nacer Santiago, su papá y yo dejamos este cuadro junto con un grabado de Miró (regalo paterno para otro hito de mi vida) como garantía de pago del parto y por poco no nos los devuelven. Al final tuvimos que venderlos o rifarlos (no me acuerdo bien) y, además, recurrimos también  a otro cuadro pequeño de Angelina, una acuarela de unas flores dedicado a Adela, mi abuela, que compró mi amiga Laura E.

Y, así, me quedé sin cuadros de Angelina, salvo mi retrato que, para todos los fines, lo pintó "Anónimo". 

Quien para mí era simplemente Angelina, amiga de la casa, fue también la primera esposa de Diego Rivera, con quien tuvo el único hijo varón del pintor, que murió de bebé en su casa sin calefacción en el París de la Primera Guerra. Angelina, nacida en San Petersburgo en 1879, firmaba como Angelina Beloff (aunque la forma oficial de su apellido debió haber sido Belova, pues era mujer, me explicaron mis papás) y murió en la Ciudad de México 90 años después. Desarrolló su obra principal en nuestro país adonde llegó en los años treinta, tras su gran amor, sentimiento que acabó convirtiéndose en amor por México. Su relación con Diego acabó en divorcio y su relación con el país duró hasta su muerte. Elena Poniatowska escribió una novela epistolar para mostrar esta historia de amor y desamor entre Angelina y el muralista. Mis papás decían que le hacía muy poco favor a Angelina, que forjó toda una vida más allá de Diego. Yo tiendo a creerles.

Así el hilo del pensamiento a partir de mi efigie infantil. Curiosa la mente de una.
(Si a alguien le interesa saber un poco más de la pintora rusa, aquí y acá puede leer un poco más.)