¿Quién es esa cruel señora
que con dulce parsimonia
mientras duermes te devora
en su cruenta ceremonia?
martes, 31 de mayo de 2011
domingo, 29 de mayo de 2011
Invitado: Khenpo Tsültrim Gyamtso Rinpoche
Look Nakedly
Look nakedly at these forms that are like rainbows, appearance-emptiness
Listen intently to these sounds that are like echoes, sound and emptiness
Look straight at the essence of mind - clarity-emptiness inexpressible
And fixation-free, at ease in your own nature, let go and relax. Ah, ah, ah!
Listen intently to these sounds that are like echoes, sound and emptiness
Look straight at the essence of mind - clarity-emptiness inexpressible
And fixation-free, at ease in your own nature, let go and relax. Ah, ah, ah!
A guru yoga verse, translated by Ari Goldfield
sábado, 28 de mayo de 2011
jueves, 26 de mayo de 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
lunes, 23 de mayo de 2011
domingo, 22 de mayo de 2011
sábado, 21 de mayo de 2011
Enigma 2
¿Cuál es la imagen oscura
Ora encanto, ora ausencia
Fantasma de penitencia
Que es disparo de locura?
Ora encanto, ora ausencia
Fantasma de penitencia
Que es disparo de locura?
miércoles, 18 de mayo de 2011
lunes, 16 de mayo de 2011
Entre 30 y 40
Así ha estado la temperatura durante los últimos días. Un exceso, para ser primavera. Otros años, a estas alturas las lluvias ya habían empezado a brindar un poco de frescor. Ahora no llegan.
De súbito, una granizada irrumpió ayer en la tarde caliente. Los trocitos de hielo golpeaban contra las tejas y caían, brillantes, al piso para deshacerse en cuestión de segundos. "¿Cómo es posible que esté granizando con el calor que hace?" Más de uno se lo preguntó. A ella, su hijo la llamó al celular buscando una respuesta, perplejo ante el acontecimiento.
Después, el hielo se esfumó y el calor arremetió como cobrándose la ofensa. Al final del día, la tarde se bañó de una luz dorada intensa, antes de dejar paso a la noche, caliente también.
De súbito, una granizada irrumpió ayer en la tarde caliente. Los trocitos de hielo golpeaban contra las tejas y caían, brillantes, al piso para deshacerse en cuestión de segundos. "¿Cómo es posible que esté granizando con el calor que hace?" Más de uno se lo preguntó. A ella, su hijo la llamó al celular buscando una respuesta, perplejo ante el acontecimiento.
Después, el hielo se esfumó y el calor arremetió como cobrándose la ofensa. Al final del día, la tarde se bañó de una luz dorada intensa, antes de dejar paso a la noche, caliente también.
domingo, 15 de mayo de 2011
viernes, 13 de mayo de 2011
Invitado: Dzogchen Ponlop Rinpoche
When a thought arises, it is just a link. One link cannot bind you.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Té negro
Apenas se ha preparado la primera taza, pero sabe que vendrán otras. El día es largo y aún es temprano. Ella prefiere el té negro negro, con una y media cucharadas de azúcar y un chorrito de leche, servido en un tarro del mismo color que la bebida: café oscuro. Así logra crear un contraste con el tono más claro que resulta al agregar la leche.
El cuello le duele menos que ayer pero la cabeza aún no está del todo en su lugar. Todavía no halla explicación a su sentimiento de inadecuación. (Perdón, F, si te cargué un poco la mano.) Espera que su amiga la perdone.
Quizá la salida más sana sería dejar de buscar respuestas. Dejar de atormentarse. Soltar.
Se levanta para preparse su segunda taza de té negro.
¡Qué azotada!, le diría más de uno. Recuerda aquel novio español al que le tuvo que explicar el significado de semejante adjetivo. (Hoy no recuerda cómo lo definió, quizá algo así como "manifestación conductual de una sobrecarga emocional, real o imaganaria". Y conste que para esto la RAE no le propocionó ninguna ayuda. Menudo mexicanismo.) A él le hacía gracia y entonces a ella se le bajaba el azote (sustantivo de significado equivalente). Claro que él acabó por marcharse (más bien por no regresar)...
Está terminándose su tercera taza de té negro.
Le va quedando ese regusto en la boca, sobre todo en la lengua, que la llevará a prepararse una taza más. Quizá en ella o en la siguiente logre terminar de disolver el sabor amargo de estos últimos días de excesivo calor y soledad.
No se atreve a mirarse al espejo todavía y eso que sus canas le gustan. De lo demás no está tan segura.
Antes de escribir algún otro despropósito, mejor se pone a escuchar la música que Philip Glass compuso para la cinta Las horas.
(Continuará, quizás...)
El cuello le duele menos que ayer pero la cabeza aún no está del todo en su lugar. Todavía no halla explicación a su sentimiento de inadecuación. (Perdón, F, si te cargué un poco la mano.) Espera que su amiga la perdone.
Quizá la salida más sana sería dejar de buscar respuestas. Dejar de atormentarse. Soltar.
Se levanta para preparse su segunda taza de té negro.
¡Qué azotada!, le diría más de uno. Recuerda aquel novio español al que le tuvo que explicar el significado de semejante adjetivo. (Hoy no recuerda cómo lo definió, quizá algo así como "manifestación conductual de una sobrecarga emocional, real o imaganaria". Y conste que para esto la RAE no le propocionó ninguna ayuda. Menudo mexicanismo.) A él le hacía gracia y entonces a ella se le bajaba el azote (sustantivo de significado equivalente). Claro que él acabó por marcharse (más bien por no regresar)...
Está terminándose su tercera taza de té negro.
Le va quedando ese regusto en la boca, sobre todo en la lengua, que la llevará a prepararse una taza más. Quizá en ella o en la siguiente logre terminar de disolver el sabor amargo de estos últimos días de excesivo calor y soledad.
No se atreve a mirarse al espejo todavía y eso que sus canas le gustan. De lo demás no está tan segura.
Antes de escribir algún otro despropósito, mejor se pone a escuchar la música que Philip Glass compuso para la cinta Las horas.
(Continuará, quizás...)
martes, 10 de mayo de 2011
Lágrimas secretas
A volvía a sorprenderse, como le sucedería siempre, ante las palabras de F, que llenaban sus ojos, sus mejillas, su pecho de lágrimas una vez más. Pero las lágrimas de hoy eran diferentes. No porque no las hubiera llorado antes, sino porque ahora sabía que eran secretas y sabía que alguien más lo sabía, lo entendía, lo había descubierto, aunque quizá todavía no se hubiera permitido llorarlas.
There must be something terribly wrong with me.
SECRETO: "En algunas cerraduras, mecanismo oculto, cuyo manejo es preciso conocer de antemano para poder abrirlas." Su pasión (¿obsesión?) por el diccionario parecía irremediable.
A: ¿No es esta una hermosa manera de describir ese milagro que se gesta en una pantalla para acabar resonando en otra a kilómetros de distancia?
F: Mmm. (Cejas dubitativas)
A: No te hagas. Sabes a qué me refiero.
Es cierto que comparar su corazón con una cerradura era un pelín cursi, pero la verdad es que poca gente se atreve a serlo y aun menos a publicarlo.
There must be something terribly wrong with me.
Hacía muchos años que A había leído el libro que hoy F terminaba por primera vez. Una coincidencia más, aunque desfasada. No se acordaba de mucho, más bien de nada, salvo de la sensación de asombro que tuvo entonces cuando terminó su lectura. Tendría que volver a leerlo. Eso también era irremediable.
Así como el hecho de que F tendría que leer algún día el libro que A devoró durante la semana santa. Una historia de amistad. No había sentido algo similar desde que leyera Jane Eyre en su adolescencia. Qué lejana parecía hoy. De ahí se escapa ese trozo de canción que no deja de martillarle las sienes, quedito, casi imperceptible pero constante.
There must be something terribly wrong with me.
There must be something terribly wrong with me.
SECRETO: "En algunas cerraduras, mecanismo oculto, cuyo manejo es preciso conocer de antemano para poder abrirlas." Su pasión (¿obsesión?) por el diccionario parecía irremediable.
A: ¿No es esta una hermosa manera de describir ese milagro que se gesta en una pantalla para acabar resonando en otra a kilómetros de distancia?
F: Mmm. (Cejas dubitativas)
A: No te hagas. Sabes a qué me refiero.
Es cierto que comparar su corazón con una cerradura era un pelín cursi, pero la verdad es que poca gente se atreve a serlo y aun menos a publicarlo.
There must be something terribly wrong with me.
Hacía muchos años que A había leído el libro que hoy F terminaba por primera vez. Una coincidencia más, aunque desfasada. No se acordaba de mucho, más bien de nada, salvo de la sensación de asombro que tuvo entonces cuando terminó su lectura. Tendría que volver a leerlo. Eso también era irremediable.
Así como el hecho de que F tendría que leer algún día el libro que A devoró durante la semana santa. Una historia de amistad. No había sentido algo similar desde que leyera Jane Eyre en su adolescencia. Qué lejana parecía hoy. De ahí se escapa ese trozo de canción que no deja de martillarle las sienes, quedito, casi imperceptible pero constante.
There must be something terribly wrong with me.
(Continuará...)
sábado, 7 de mayo de 2011
viernes, 6 de mayo de 2011
Enigma de Sor Juana Inés de la Cruz
¿Cuáles serán los despojos
Que al sentir algún despecho
Siendo tormento en el pecho
Son desahogo en los ojos?
Que al sentir algún despecho
Siendo tormento en el pecho
Son desahogo en los ojos?
jueves, 5 de mayo de 2011
A dos voces
miércoles, 4 de mayo de 2011
martes, 3 de mayo de 2011
lunes, 2 de mayo de 2011
Amistad 14
We didn't say a word, just clung to each other, both of us crying, even though Miss Elizabeth never cried. No matter all that had happened to me -finding the ichies and plesies, going with Colonel Birch to the orchard, meeting Monsieur Prévost- this was the lightning that signaled my greatest happiness, in all my life.
Tracy Chevalier
Remarkable Creatures
Remarkable Creatures
domingo, 1 de mayo de 2011
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