domingo, 30 de junio de 2013

. m . a . g . i . a .


Yo de música sé poco. Soy desentonada y mi memoria auditiva es casi nula. Si escucho y canto Let It Be en mi cabeza y luego se me ocurre abrir la boca, sale algo más parecido al Himno Nacional. Pero eso sí, soy buena escucha y tengo mis preferencias.

Desde que mi hermano y yo éramos bastante chicos, tendríamos alrededor de ocho años quizá, mis padres nos llevaban a conciertos de música clásica. Vivíamos en la Ciudad de México. La Filarmónica de las Américas y la Orquesta Filarmónica de la UNAM destacan en mi memoria.

No puedo precisar cuándo la llamada música antigua (renacentista y, sobre todo, barroca) se convirtió en mi predilecta. Lo ha sido desde siempre, parece.

Así pues, dos oboes, dos violines, una viola, un contrabajo, un violonchelo y un clavecín sentado al cual se encuentra el director del conjunto (la orquesta Novum Antiqua Musica) constituyen una fórmula infalible para una colección de momentos únicos, como los tuvieron hace un montón de años los oyentes de los siglos XVII y XVIII

"Qué mágico", podrían opinar mi hijo y sus amigos.

Mágico fue compartir este concierto con el susodicho e incluirlo, así, en la tradición de la familia a la que pertenece, a pesar de que la convivencia real haya sido casi nula.

martes, 25 de junio de 2013

Invitado: Chogyam Trungpa Rinpoché


Nowness

Nowness is the sense that we are attuned to what is happening. The past is fiction and the future is a dream, and we are just living on the edge of a razor blade.
from the book Orderly Chaos: The Mandala Principle

*

El ahora

El ahora [la cualidad de estar presente] es el sentido de estar en sintonía con lo que está sucediendo. El pasado es ficción y el futuro es un sueño, y solo estamos viviendo en el filo de una navaja.

del libro Caos ordenado: El principio del mandala

[Traducción al español del fragmento de Adela Iglesias]

domingo, 23 de junio de 2013

Nube


      Ya antes había compartido esta definición. Valga la redundancia por simple gusto:


nube.

(Del lat. nubes).
1. f. Agregado visible de minúsculas gotitas de agua, de cristales de hielo o de ambos, suspendido en la atmósfera y producido por la condensación de vapor de agua.


La Academia habla también de una:


6. f. Pequeña mancha blanquecina que se forma en la capa exterior de la córnea.


Pero a mí, cuando te fuiste, se me hizo una nube junto a la media luna donde nace la uña del dedo anular de mi mano derecha. Lo descubrí cuando me quité el barniz de uñas. Traté de quitar también la mancha blanca hasta que descubrí que no era de afuera, sino de adentro. Quizá un signo premonitorio de que no volvería a saber de ti.


Al principio me dolieron tu ausencia y tu silencio; la nube, por fortuna, no me produjo ninguna otra sensación. Hace una semana me volví a pintar las uñas, preparándome para la graduación de mis alumnos. Hoy me las volví a despintar y vi cómo tu nube se acerca ya a la orilla. La próxima vez que me lime la uña, habrá salido casi toda.


Así te he ido dejando de esperar. En breve, te dejaré también de pensar. Te evaporarás como la nube de mi uña, como las nubes del cielo que se hacen agua y se llevan los recuerdos.


sábado, 22 de junio de 2013

Invitado: Karmapa 17


Your most important home is your mind, more than any other. You've got to come back to that home, to get to know it a little better. And when you rest in your home, even for one moment, it might be the most beautiful rest you ever have. That is the beginning of finding meaning in your life. That is the beginning of making peace with yourself.


*

Tu hogar más importantes es tu mente, más que ningún otro. Tienes que volver a ese hogar, llegar a conocerlo un poco mejor. Y cuando descanses en tu hogar, aun durante un momento, podría ser el descanso más bello que alguna vez tengas. Ese es el comienzo de encontrar sentido en tu vida. Ese el comienzo de hacer las paces contigo mismo.

[Traducción de Adela Iglesias]

lunes, 17 de junio de 2013

Invitada: Elizabeth Mattis Namgyel


Our challenge, as human beings, is to make ourselves big enough to accommodate all of life. This means embracing our humanness in all its glory and confusion, as well as the beauty and ugliness, joy and pain of our world and all its mystery, ambiguity, and contradiction.


*

Nuestro reto, como seres humanos, es hacernos lo suficientemente grandes para acomodar todo lo que la vida es. Esto significa acoger nuestra humanidad en toda su gloria y confusión, así como la belleza y fealdad, el gozo y dolor de nuestro mundo y todo su misterio, ambigüedad, y contradicción.

[Traducción de Adela Iglesias]

domingo, 16 de junio de 2013


Supongo que a mi papá le gustaría esta imagen del patio de la casa de su hermana Marisa.
Hoy se la dejo con cariño.


sábado, 15 de junio de 2013

Karmapa's Eyes



o (trabajando con el) remordimiento.

1. m. Inquietud, pesar interno que queda después de ejecutada una mala acción.


Llevo mucho tiempo, toda la vida desde que nació mi hijo (si no es que otras vidas más), acumulando remordimientos por lo que he hecho mal, lo que he hecho peor y cómo lo he repetido una y otra vez, lastimándolo, aun sin querer, en incontables ocasiones. Pero la acumulación de inquietud y pesar solo se acabó manifestando como la repetición de los mismos patrones que los producían, como un laberinto sin salida.

A esto se suman algunos años de meditar y de recibir enseñanzas budistas, entre ellas, aquella sobre cómo darnos cuenta de lo que sucede en la propia mente es la base para poder cambiar los patrones habituales de pensar y actuar, y aquella otra sobre cómo reconocer los propios errores es tan importante como soltarlos, después de haberlos confesado. Recuerdo en particular a una maestra describiendo la inutilidad de arrastrar por el mundo una bolsa llena de mierda, la culpa, sin por ello ser capaces de detener los comportamientos donde está se originó (y lo seguirá haciendo si no la soltamos).

El proceso me resultó mucho más complicado de lo que podría verse en papel (o en pantalla). Sí, me di cuenta hace bastante de mi tendencia a exasperarme y verter la exasperación (léase agresión) sobre quien estuviera más cerca, mi hijo en la mayoría de los casos. Lo vi mil veces y mil veces más, pero parecía que jamás lograría detenerme y cambiar el rumbo de mis reacciones. Pero, seguí intentándolo y repitiéndolo, y volviendo a intentar y repitiéndolo de nuevo, con más o menos mierda acumulada y con justificaciones y pretextos más o menos elaborados.

Hasta que hace poco, muy poco, me paré delante de él, tras interminables horas de desesperación, y fundí mi mirada con la suya o, más bien, él fundió la suya con la mía. Todo el universo eran sus ojos, mucho más allá de mi persona, mucho más acá de mi mente discursiva: sin palabras (lo cual es difícil de explicar sin ellas). Y entonces decidí, sin la menor duda, que nunca más iba a repetirse un episodio de agresividad mía hacia mi hijo, como el enésimo incidente de hacía un par de días. Esa mirada me brindó la fuerza para tomar la decisión y hacer lo necesario para cumplir con el compromiso.

Seguramente será labor del resto de mi vida (y con toda probabilidad de varias vidas más), pero ahora me siento acompañada y la compañía proviene tanto de afuera como de adentro.

Karmapa Khyenno


jueves, 13 de junio de 2013

Invitada: Alejandra Pizarnik


silencio
yo me uno al silencio
yo me he unido al silencio
y me dejo hacer
me dejo beber
me dejo decir

apuñalada por lo ausente
por la espera bastarda
renaceré a los juegos terribles
y lo recordaré todo


miércoles, 12 de junio de 2013

antes de comer


Me asomo por la ventana de mi cuarto y descubro una parvada de pájaros revoloteando cerca de una barda de piedra. Son pequeñas aves pardas que dan vueltas haciendo en el aire figuras de óvalo o de infinito. En el piso, sus perfectas siluetas negras -regalos del sol de mediodía- reproducen la coreografía. Mientras disfruto del espectáculo, me doy cuenta que sus movimientos tienen un propósito: alcanzar unos tubos de desagüe blancos que protruyen entre las piedras.

Quizá se acercan en busca de restos de la lluvia de anoche. Quizá buscan lugares donde anidar. Quién sabe.

El despliegue se prolonga durante varios minutos. Pero cuando por fin convenzo a Santiago de que se levante a verlo, ya no hay pájaros ni sombras ni indicio de su danza.

lunes, 10 de junio de 2013

Invitada: Fuen del Cueto


Identidad

Papá nos contaba que, cuando era pequeño, no le gustaba decir CINCO, con C, porque se burlaban de él los pachuqueños. Pero tampoco SINCO, porque se burlaban los asturianos.

Hace unos años fui con él al metro Copilco; no me puedo acordar a dónde íbamos, pero fuimos los dos. Bajando la escalera, le pregunté que cuántos boletos compraría.

Dijo CINCO, porque habla con la C, muy suave, pero con la C.
Pensé: “Será interesante ver si dice CINCO o SINCO”.

Cuando llegamos a la taquilla, solo abrió la mano frente a los ojos del despachador.

viernes, 7 de junio de 2013

domingo, 2 de junio de 2013

b.o.t.ó.n

(De botar).
1. m. Pieza pequeña de metal, hueso, nácar u otra materia, forrada de tela o sin forrar, que se pone en los vestidos para que, entrando en el ojal, los abroche y asegure. También se pone por adorno.


Ya no me acuerdo ni cuándo ni por qué busqué este vocablo en el diccionario de la RAE. Es más ni siquiera sé si lo hice adrede o si solo me lo encontré cuando andaba tras la pista de algún otro. El caso es que toparse con una perla como esta no es un hallazgo común para quienes paseamos por entre las definiciones de las palabras. Por ello es que consideré que merecía una entrada, sobre todo después de ver, con cierta tristeza, que la Academia "enmendó el artículo" en un intento, supongo, por alcanzar mayor claridad. Pero en este caso me parece que sacrificó la poesía, que probablemente fue involuntaria en primera instancia:


botón.
(De botar).

1. m. En una prenda de vestir, pieza, generalmente redonda y plana, que se introduce en un ojal para abrochar.