Porque cada vez que me detengo y no hago
lo previsible,
lo aprendido,
lo que se espera de mí
(ni siquiera lo que yo misma espero de mí),
me desvío de todo lo que está escrito
y me regalo un futuro completamente nuevo.
En La mirada oblicua (http://lamiradaoblicua.bitako.com/)
jueves 6 de abril de 2006
Gracias por recordármelo, preciosa :-) Lo curioso es que hace un par de días hablaba precisamente de esto con otra amiga, sin recordar que había escrito esto... sincronicidades :-)
ResponderBorrarGracias a ti, por esciribirlo y a la vida, por hacernos encontrar :-]
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