Más que no rendirse ante nadie, la reflexión va más en el sentido de no darse por vencido en la intención de conectar con cada uno de los seres que se crucen en nuestro camino, buscando su felicidad y el cese de su sufrimiento, aun si se manifiestan como nuestros enemigos, o sea, más en el camino del imperio del amor, pero del que no está centrado ni en mí ni en ti... Otro abrazo fuerte de regreso.
Nunca te rindas ante nadie.
ResponderBorrarIluminada reflexión.
Pero pienso que la rendición y la redención son a veces tan placenteras y tan inquietamente subjetivas, que se tornan inevitables.
El mayor de los fracasos es rendirse ante uno mismo.
En resto de las rendiciones son mera pacotilla...
Este imperio del mundo es demasiado pequeño como para rendirse ante él.
Otras cosa es el imperio del amor, en el que ya no imperan razones..
En cualquier caso,
Un abrazo fuerte,
Db.
Más que no rendirse ante nadie, la reflexión va más en el sentido de no darse por vencido en la intención de conectar con cada uno de los seres que se crucen en nuestro camino, buscando su felicidad y el cese de su sufrimiento, aun si se manifiestan como nuestros enemigos, o sea, más en el camino del imperio del amor, pero del que no está centrado ni en mí ni en ti...
ResponderBorrarOtro abrazo fuerte de regreso.