Así ha estado la temperatura durante los últimos días. Un exceso, para ser primavera. Otros años, a estas alturas las lluvias ya habían empezado a brindar un poco de frescor. Ahora no llegan.
De súbito, una granizada irrumpió ayer en la tarde caliente. Los trocitos de hielo golpeaban contra las tejas y caían, brillantes, al piso para deshacerse en cuestión de segundos. "¿Cómo es posible que esté granizando con el calor que hace?" Más de uno se lo preguntó. A ella, su hijo la llamó al celular buscando una respuesta, perplejo ante el acontecimiento.
Después, el hielo se esfumó y el calor arremetió como cobrándose la ofensa. Al final del día, la tarde se bañó de una luz dorada intensa, antes de dejar paso a la noche, caliente también.
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