gripa (la cual había logrado esquivar durante las festividades decembrinas) + sensación de agobio por un peso grave (esto a falta de encontrar un sustantivo para el adjetivo abrumador; la academia no tiene registrado ni abrume, ni abrumamiento, ni abrumación y hasta ahí llegó mi creatividad - aunque se me ocurre que podría tomar prestada la palabra central de la segunda acepción del adjetivo en cuestión: "llenarse de bruma", de niebla, especialmente la que se forma sobre el mar, y sobre el ánimo yo añadiría ) + trabajo no encantador (en el sentido de "penalidad, molestia, tormento o suceso infeliz", aunque con plena conciencia de que exagero) + ausencias varias (añoranzas de quienes no están) = vulnerabilidad
Por fortuna me topé hace un rato con unas palabras sabias de Sogyal Rinpoché: "En nuestra mente los cambios siempre equivalen a pérdida y sufrimiento. Y, cuando se producen, procuramos anestesiarnos en la medida de lo posible. Damos por supuesto, tercamente y sin ponerlo en tela de juicio, que la permanencia proporciona seguridad y la impermanencia no. Pero, en realidad, la impermanencia es como algunas personas que encontramos en la vida: difícil e inquietante al principio, pero, cuando se la conoce mejor, mucho más amigable y menos perturbadora de lo que hubiéramos podido imaginar."
y si acaso no hago demasiado sentido con estas reflexiones, siempre se lo podemos achacar al primer elemento de la fórmula propuesta: "enfermedad epidémica aguda, acompañada de fiebre y con manifestaciones variadas, especialmente catarrales", o sea, gripe, que gripa parece que solo la padecemos los mexicanos y los colombianos...
Totalmente identificado Adela.
ResponderBorrarUna de las mejores entradas que he leído hace mucho tiempo.
Tendemos a sufrir en la perdida, y a regocijarnos en la posesión...
Incluso me atrevería a decir: maldito sufrimiento de pensar que no se tiene si no se posee, y maldito sufrimiento que produce el miedo a la posible "desposesión"...
" la impermanencia es como algunas personas que encontramos en la vida..."
Que alentadora reflexión...
Un fuerte abrazo desposeído y "poseyente" a la par...en ello estará el equilibrio, supongo...
Mis mejores deseos para este venidero fin de semana Adela,
David.
Acabamos de volver ayer a Madrid nunca mejor ha caído una entrada... no me puede quedar más claro el significado de impermanencia.
ResponderBorrarQue tu gripa desaparezca pronto y un abrazo