viernes, 10 de febrero de 2012

Regalo 2

Cuando regresé de llevar a mi hijo a la parada del transporte, en la madrugada y con lluvia, mi propio calor me aguardaba aún entre las sábanas de mi cama.

1 comentario:

  1. Nada mejor, nada semejante a ese calor que aguarda en la cama, después de haber despertado, después de volver al regazo...

    Nada mejor que la compaña incondicional...

    Otro abrazo,

    David.

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