Hace un par de días, después de otro desencuentro del tercer tipo con mi hijo, escuché que alguien tocaba a la puerta de mi departamento. (El susodicho tiene llaves, así que sabía que no era él). Abrí y me encontré con uno de sus amigos más cercanos, quien en el acto se dio cuenta de mi total falta de intención de abrirle la reja. "Siento una perturbación en la fuerza", dijo. "Hay una fuerte perturbación en la fuerza", contesté para después informarle que su amigo no estaba en casa, que lo podía ir a buscar en las áreas comunes del condominio. Se fue sin decir más. Yo le agradecí profundamente su capacidad para sintetizar en un eufemismo tan preciso el conflicto que flotaba en el aire y del cual yo no tenía ninguna gana de hablar.
para Toño por su creatividad eufemística
Gracias Adela, lo vuelvo a leer y me sigue gustando, todavía me acuerdo de ése día.
ResponderBorrarHasta hoy descubrí, Toño, este comentario tuyo que "esperaba moderación". Me dio mucho gusto encontrarte por aquí. Ojalá vuelvas pronto y vuelvas a comentar.
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