miércoles, 4 de abril de 2012

4 de abril

Como quizá los llamaría una amiga, estos son "trozos de vida". Yo añadiría "a través de una ventana prestada". Prestada -o escogida- para pasar un rato en soledad, un rato conmigo misma, antes de mi cumpleaños número 49. Con dudas, con tristezas, con recuerdos, con anhelos, con saudades. Un poco así ha sido la víspera, cuando "nadie se muere", diría mi tía Olga. Y, sin embargo, quienes no están se hacen presentes, mientras que hay otros que no aparecen aunque se supone que están. Con cada día que se va, se vive una muerte pequeña. Con cada momento. Con cada instante. Y en cada uno nace el siguiente. Y si tenemos suerte estaremos allí o no, si tenemos suerte. Entre trozos de cielo, un tenis sin dueño visible y un café cargado, me despido de lo que se va y me preparo para lo que viene.

4 comentarios:

  1. Aprovecho para felicitarte, ay que no sé bien cuando es tu cumple. Te mando un abrazo grande y silencioso, por aquello de seguir con la "nostalgia", a pesar de las definiciones no veo la negatividad, habrá que variar su uso o yo aprender más vocabulario.

    También aprovecho para decir que ese café y su pastel de cerezas es de mis lugares favoritos de Cuerna y puede ser que de otros lugares más. Con sus vistas a la Catedral y buenos recuerdos.

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  2. Gracias mil, querida. Tu felicitación llega justo el día de mi cumple (hoy 5), que para ti ya es 6... Va de vuelta un abrazo con café y cielo de Cuernavaca calurosa.

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  3. Que suerte tenemos aquellas que cada día es una oportunidad de vivir, de conocer, de disfrutar, de sentir y de gozar... ¡hay que dificil es la vida! porque se tiene que vivir dia a dia, pero sobre todo porque un día que decidí vivir te conocí.¡Muchas felicidades Adela!

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  4. ¡Mil, mil gracias, Ceci! Es un gran regalo poder haber empezado a compartir parte de mi vida contigo desde hace unos meses...

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