Lugares adonde tengo pendiente ir (o volver) y otros adonde no regresaría
- El Valle de Arán, donde Javier y yo extraviamos una ilusión.
- La Ciudad Blanca, donde hay un reloj que hace creer a la gente que el tiempo marcha para atrás. (Bruno Ganz es testigo.)
- Barcelona, siempre.
- Y el Parque Güell.
- La Space Needle en Seattle para cenar con mi hijo y recordar que no vale la pena recordar.
- Bodhgaya porque ahí se iluminó el Buda.
- Tandil porque alguien me contó de una piedra mágica o algo así.
- Piñuécar, en la Sierra Norte de Madrid: Mi amiga Berna, a quien no he visto nunca en persona, vive ahí y muero por conocerla.
- Florencia, si se puede.
- Tu cama, aunque de sobra sé que ya no existe.
- Torla, ni en sueños. Fueron demasiados los que ahí inventé.
- Oviedo, por La Regenta, por mi bisabuela Ángela y por Woody Allen.
- Su casa, un imposible. (Quizá Starbucks.)
- Those lips.
- Un café en Avenida Revolución con los Corredores de Viento detrás.
- Chimal y el Popo y la casa de mi comadre, siempre.
- Sus ojos cuando tararea. (Tendría que volver a imaginar que me quiso de verdad.)
- Nueva York, si tuviera mucho mucho dinero y compañía muy muy interesante.
- Boulder para visitar la Estupa de Dharmakaya.
- El regazo de mi mamá.
- Resistencia, para ver los lapachos en flor y las lagartijas que se escupen las patas antes de cruzar la calle (si no, Mariel y David no me lo perdonarían).
to be continued, probably...
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