Entre más preocupado estés por tu propio envejecimiento físico, más ansioso te pondrás. No te preocupes demasiado de tu apariencia física. Concéntrate, más bien, en no desperdiciar tu vida. Practica el Darma. Entre más te comprometas con ello, más crecerá tu satisfacción.
Fotografía de Wendy Tigerman |
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