Soñé anoche con Kenpo Tsultrim Gyamtso Rinpoché, maestro de mi maestro, amigo espiritual pleno. Me acercaba a él -sentado en su silla- al final de la celebración por su cumpleaños 80. Nos tomábamos de las manos, nos mirábamos a los ojos y yo sentía su presencia en mi corazón. Luego me apartaba (alguien decía que había pasado mucho tiempo) y me iba feliz. Seguí durmiendo. Desperté y de pronto recordé la escena y volví a sentirme bendecida, con lágrimas en los ojos...
¡Que no estemos separados nunca del maestro perfecto!
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