Cuando salgo de la alberca, los rayos del sol, casi oculto ya, iluminan las nubes blancas - parecen espuma sobre el cielo azul claro, casi atardecido.
Boca arriba, descubro un trozo de luna - parece una de las uñas de nuestra gata, que a veces aparecen en el sofá o en al alfombra de la sala: pedacitos curvos a medio desmoronar. (Será que no traigo puestos mis lentes de contacto.)
Como casi todo el tiempo, te me cuelas en el pensamiento...
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