para dpr, como siempre desde hace tanto
De estos tengo varias memorias a lo largo de mi vida, de cómo al tirar de sus cabos (miedo y apego, por ejemplo) más se me apretaba el alma en el pecho. Algunos se deshicieron casi sin darme cuenta, otros los fui desenmarañando con más conciencia. Hace dos días, uno más se deshizo en un llanto que me lavó los ojos, la garganta y el alma.
"No need to worry" (no hay necesidad de preocuparse): "Todo es impermanente. Nada es definitivo. No hace falta apresurarse. Disfruta la experiencia gozosa, con medios hábiles, en pos del amor libre de apego".
Con estas palabras -sencillas, precisas y profunda-, una mirada compasiva y una sonrisa amorosa, fue mi maestro quien tiró de los cabos deshaciendo ese nudo que yacía callado dentro de mí. Después de estar con él, me sentí profundamente aliviada, reencontrada conmigo misma y agradecida más allá de las palabras...
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