sábado, 10 de octubre de 2015

Mañana de otoño


El día amanece pálido
Los trinos de las aves, distantes
Te colaste en mis sueños de madrugada
Y tu ausencia se quedó agazapada en mi pecho
Acechante, casi imperceptible

Ayer te conjuraba
Hoy me levanto pronto
Y abro las persianas para que el sol te destierre
Poco a poco y el espacio en mi pecho
Quede limpio de ti otra vez

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