Alguien me preguntó recientemente si tengo miedo de morir. En verdad, tengo más miedo de no vivir mi vida plenamente, de vivir una vida dedicada a atesorarme y protegerme a mí mismo. Esta manera de aproximarse a la vida, guiada por el miedo, es como cubrir tu sofá con plástico para que no se gaste. Te roba la habilidad para disfrutar y apreciar tu vida.
Se necesita valor para aceptar la vida plenamente, para decirle sí a nuestra vida, sí a nuestro karma, sí a nuestra mente, a nuestras emociones y a cualquier otra cosa que se despliegue. Este es el comienzo de la valentía. La valentía es la apertura fundamental para enfrentar incluso las verdades más duras. Da cabida a todo el dolor, el gozo, la ironía y el misterio que la vida proporciona.
Traducción del fragmento al español e imagen, mías.
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