Memorias alacrán
Sé que deberíamos olvidar ciertos recuerdos porque no son buenos para nosotros —como demasiado dulce o alcohol o incluso anhelo—. Pero todos sabemos que la memoria puede ser tan tenaz y obstinada como el acero. O tan furtiva como los alacranes que se meten en nuestros zapatos vacíos en la noche mientras dormimos, esperándonos alegremente hasta la mañana o hasta un momento durante el día cuando de pronto nos hacen recordar a alguien...
Original en inglés, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.
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