Observa la naturaleza verdadera del daño que se te hace. Es tan escurridiza como un dibujo en el agua. Deja que tu resentimiento se desvanezca por sí mismo. Cuando las olas tormentosas de los pensamientos han desaparecido, la mente se vuelve como el cielo sin nubes que no tiene nada que ganar o perder.
Original en inglés, aquí.
Traducción al español, mía.
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