Supongamos
que sientes una comezón en tu bolsillo, pero justo ese día no tienes
ningún chicle. Deberías sentirte satisfecho; deberías sentirte
aliviado. "¡Por todos los cielos, no tengo chicle! Qué bien." Una
oportunidad para apreciar que se te ha presentado la simplicidad. En general, la
gente habla en términos de obstáculos: "Me la pasé fatal. No tenía
chicle en el bolsillo. Fue un mal día". Pero podrías cambiar por completo
de perspectiva: "Qué alivio tan grande descubrir que no tenía nada de
chicle en el bolsillo. Me siento bien. Simplemente solté." Puedes tener
cierto aprecio de los obstáculos convirtiéndose en simplicidad.
Original en inglés y fuente, aquí Traducción al español, mía.
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