sábado, 14 de enero de 2017
/ enfoque / selectivo /
Aquí encontré la explicación de lo que esta frase significa en fotografía: El enfoque selectivo no es más que jugar con la profundidad de campo y el enfoque, buscando un ajuste de estos dos que ayude a destacar más unos objetos u otros en una foto. Lo que hacemos con el enfoque selectivo es dejar nítido el sujeto a destacar y emborronar lo demás. Así al ver la foto los ojos se centrarán en ese sujeto nítido.
Ni mi cámara ni yo somos tan hábiles en los aspectos técnicos, pero eso sí, juntas y sin proponérnoslo, nos salen imágenes que coinciden bastante con estas explicaciones. (Por cierto que en estos días, me estoy despidiendo de ella, de mi minicamarita rosa, que ya empieza a estar muy cansada y a no siempre responderme. De hecho, ya tengo su reemplazo, otra cámara pequeña del mismo color aunque de marca diferente, que obtuve a cambio de puntos de mi tarjeta —primera vez que hago algo así—, pero no me he animado aún a sacarla del empaque en el que llegó mientras andaba yo en Madrid.)
Ayer que llegué a casa y el balcón recibía la luz del sol en pleno, descubrí que una de las cactáceas que ahí vive se había llenado de flores. (A mi casa el invierno llegó así, floreando. Dentro, todas mis violetas, o casi, han empezado a desperezarse y a llenarme de color los rincones.) Y, claro, me lancé al balcón cámara en mano y mi ojo y el lente se pusieron de acuerdo, tácitamente, para hacer este enfoque selectivo (sin mayor participación de mi parte):
Y a propósito de ángulos y enfoques, hoy pensaba que el enfoque selectivo más beneficioso en la vida es el que se hace sobre el presente, sin andar con tantos miedos y esperanzas, tantos viajes al pasado y tantas anticipaciones del futuro. (Menos mal que las enseñanzas que he escuchado tantas veces de pronto se van colando en la vida de todos los días.)
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