lunes, 20 de marzo de 2017
p:r:i:m:a:v:e:r:a:
Ya desde hace unos días, las horas de claridad empezaron a alargarse, un poco cada atardecer. Entre hoy y mañana, el día y la noche durarán lo mismo (equinoccio le dicen) y luego seguirá ganando la luz hasta encontrar su máxima expresión en el solsticio de verano. Curiosa nuestra inclinación por medir el tiempo, por nombrarlo, como si así pudiéramos detenerlo, aun por un instante más.
Yo ando transitando una época de cambios también (quizás todas lo son pero no siempre somos conscientes) y las palabras se me quedan escondidas entre las rendijas de la ansiedad y los recuerdos. (Muchas otras, también es cierto, se van convirtiendo en novela.)
Ayer vino Santiago "de visita" (todavía no me acostumbro). Vimos al Barça (que ganó, por suerte), fuimos a comer tacos (en casa no quedaba prácticamente nada) y trabajamos juntos en una traducción. De ida a La Gringa II,la taquería, yo iba buscando imágenes para ilustra el tema "primavera" (el de hoy en el grupo de fotografía). Muchas veces (ahora menos) le pido a Santiago su opinión sobre una imagen u otra.
Ayer opté por fotografiar las flores rosas que un árbol esplendoroso va dejando caer sobre la calle a medida que pasan los días. A Santiago y a mí nos gustó esta perspectiva.
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