Desde que llegué a Morelos, hace ya casi 22 años, me han fascinado las flores azules que empiezan a brotar en el campo, a orillas de las carreteras o en algún estacionamiento en plena ciudad, cuando se acaban las lluvias.
"Campánulas" les decíamos Adrián y yo. Ahora sé, gracias al internet claro, que más bien pertenecen al género Ipomoea y no al Campanulaceae y que se les conoce popularmente de varias maneras: gloria de la mañana, manto de María, don Diego de día, campanilla, quiebra platos. Lo que ya sabía es que las hay moradas, rosas y blancas y que son parientes de los cazahuates.
Recuerdo que Adrián me prometió hace años pintármelas en un cuadro. No llegó a cumplir su promesa, pero yo cada año las fotografío y pienso un poco en él. Y me maravillo ante ellas como si fuera la primera vez que las veo.
En un cuadro quizá se podrían haber visto así:
O asá:
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