miércoles, 20 de marzo de 2024

Sin tema


Un clásico de Natalie, diría Sharyn. Una exploración abierta de la mente. Un buen punto donde empezar cuando quieres escribir pero no sabes sobre qué.

Hoy cuando saliste a caminar en la mañana estabas pensando en la "cognición válida inferencial", esa manera que tiene la mente, nuestra mente, de conocer a través de pensamientos con base en alguna percepción directa. Por ejemplo, vas por el pasillo que pasa por detrás de los 3 últimos edificos, donde casi nunca hay gente, y ves que algo se mueve hacia abajo por el muro. Das un respingo de susto, pensando que es un bicho que podría atacarte. Cuando vuelves a ver, te das cuenta de que es la hoja de un arbusto de bugambilia, situado en lo alto de la casa vecina, que se desprendió y llegó al suelo llevado por la gravedad y el viento.












Cuando volviste a tu departamento, viste unas manchas cafés en el piso. Pensaste que a algún vecino o vecina se le había caído el café, el té o algún licuado y pensaste también que qué sucios eran al dejar el suelo manchado. O sea, las meras marcas cafés te llevaron a contarte una historia que hoy ya no te crees tan a pie juntillas como antes, pero que sigue pesando en tu mente, mezclada con la mera percepción de forma y color.

Y recuerdas cuando experimentaste por primera vez, con conciencia, esa cognición válida inferencial. También caminabas de mañana. Llegaste al jardín de arriba del condominio y empezabas a rodear el edifico A sobre el pasto. Mirabas hacia abajo y viste unas cuantas flores de jacaranda, esas navecitas moradas, tiradas sobre el verde. Y pensaste: las jacarandas empiezan a florear. Y pensaste: eso es una cognición válida inferencial. Y volteaste hacia arriba y confirmaste tu inferencia: detectaste un racimo de flores en la jacaranda al borde del jardín.

Y así se recorre el camino marcado por el Buda hacia la iluminación: trabajando con la mente conceptual, disipándola paso a paso, hasta descubrir cómo entre dos pensamientos, hay un Buda, como dijera hace siglos el gran yogui Milarepa.


Y de pilón y porque sí una flor y un árbol de jacaranda:
































Son lo mejor de esta época.:

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