R: Por una conexión auspiciosa.
A: Por una conexión auspiciosa.
Chocaron sus copas de vino, mientras se veían a los ojos. A hilaba frases casi sin sentido. R pretendía mantener la congruencia de una conversación que se transformaba en deseo al ritmo de Bosé.
R: ¿Quieres seguir aquí o nos vamos a tu habitación?
A se había quedado sin palabras. Con un gemido leve lo condujo a su cama.
(Desnudos al amanecer los encontró la luna.)
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