Desde finales de la semana pasada, se empezó a acumular la ropa en mi cuarto, sobre las sillas, fuera del clóset. A eso se sumó la cama, que pasó de estar medio tendida a completamente deshecha y así llegó el fin de semana, con cansancio acumulado de muchos días. Por si esto no fuera suficiente, cerró el domingo con un encuentro espeluznante entre mi hijo y yo: la adolescencia, la menopausia, las muertes sin procesar, la ira contenida, los miedos reprimidos...
Ayer, casi no podía moverme. Me bañé y me fui a dar clase en automático. Cuando regresé a casa: había más ropa acumulada, además de trastes, papeles y libros, todo en desorden, igual que mi ánimo: sin sentido. Así transcurrió el día, sobre el cuestionable salvavidas de la televisión.
Hoy me levanté al alba, llevé a mi hijo al transporte escolar, medité y me volví a dormir antes de reiniciar la vida. Recogí cada pieza de ropa, la doblé o extendí según el caso, y las formé sobre la cama recién tendida para iniciar su acomodo en el clóset. Lavé un par de ellas y otras se fueron al cesto de la ropa sucia. Lavé también algunos trastes y me volví a bañar, con atención y con mi champú de chocolate.
Con mi mundo en vías de encontrar cierto orden, me dispongo ahora a salir al de afuera, con más ánimo aunque con el alma aún vacilante...
Conozco ese "desorden temporal". Yo lo conozco, pero eres siempre tú la que es capaz de poner en orden las palabras que me lo hagan reconocible...
ResponderBorrarDe este modo:
"Quien es capaz de ordenar las palabras,
Es capaz de ordenar aquellas otras cosas menores...tales como la misma vida..."
Un abrazo más fuerte que nunca, si de algo sirve...
Palabras y más palabras de regreso y de vuelta...
Encantado de volver Adela,
David.
Un abrazo siempre sirve y si es más fuerte que nunca, más. Gracias, David, por seguir estando, por ayudarme a encontrar el sentido a través del reflejo de tus palabras en las mías. Abrazo fuerte de vuelta sobre el mar...
ResponderBorrarLeí tu texto y vi que no tenía titulo, empecé a jugar con algunos posibles: "caos, cansancio, desencuentros... acumulación".
ResponderBorrarTodo se va acumulando como la ropa y los trastes, como los sentimientos que de pronto agobian, invaden y que después de un tiempo debemos ordenar.
Gracias Adela por ayudarme a reflexionar!
Gracias a ti, Ceci, por leer mis palabras y por compartir tus reflexiones, por conversar conmigo y darle vida a este espacio que adquiere sentido cuando los otros, tú, lo visitan y dan cuenta de su paso por aquí.
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