jueves, 2 de mayo de 2013

sueño.

(Del lat. somnus).

2. m. Acto de representarse en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes.
3. m. Estos mismos sucesos o imágenes que se representan.

Y aquello de lo que nuestra mente es capaz supera con mucho estos buenos intentos de la RAE por definir el fenómeno del sueño. Sin ir más lejos, anoche: Soñé con Saramago, sin duda uno de mis héroes de todos los tiempos, cuya muerte, recuerdo, me dejó llorando en la regadera mientras escuchaba la radio de la universidad donde dieron la noticia. En mi sueño, nos encontrábamos el escritor y yo -en circunstancias poco claras para la vigilia- y me besaba. Sí, Saramago me besaba. (Desperté pidiéndole disculpas a su Pilar, y sintiéndome muy contenta.) Además, no solo eso, sino que también me decía que yo había sido su inspiración para el personaje de Blimunda en su Memorial del convento. Ni en sueños había yo ideado un piropo semejante.

Si es verdad, como afirman algunas corrientes de interpretación de los sueños, que todos los personajes que aparecen en ellos son partes de nosotros mismos, podría yo concluir que ya me quiero más de lo que pensaba...

2 comentarios:

  1. Miraré tu sombra, si no quieres que te mire a ti... Te miraré en un sueño.

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    Respuestas
    1. "Quiero estar donde esté mi sombra, si es allí donde están tus ojos."
      (Gracias, Fernanda, por tu mirada, por tu sombra y por tu luz y por este regalo...)

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