jueves, 28 de noviembre de 2013

...sombra de lo que soy...


Invitado: Antonio Gamoneda


Yo estaré en tu pensamiento, no seré más que una sombra imprecisa;
habré existido en un instante en que la alegría y la piedad ardían en tus ojos.
Pero también quiero permanecer desconocido en ti.
Desconocido. Simplemente envuelto en tu felicidad.
Tú distraída en tu luz y yo apenas viviente en ella, y así, imperceptiblemente amado, esperar la desaparición.
Aunque quizá estamos ya separados por un hilo de sombra y cada uno está en su propia luz
y la mía es la que tú vas abandonando.


martes, 26 de noviembre de 2013

Invitado: Karmapa 17








Paciencia persistente

Normalmente, la manera en que nos relacionamos con la paciencia es que algunas veces podemos ser pacientes y otras, sentimos que no. El tipo de paciencia que necesitamos cultivar es la paciencia persistente, que significa que somos pacientes cuando podemos ser pacientes y somos pacientes cuando sentimos que no podemos serlo. Si carecemos de esto, entonces no tendremos forma de superar nuestras kleshas [emociones afligidas] porque la paciencia es lo opuesto y el remedio tanto para el enojo como para el odio.



De su libro Compassion NOW! (¡Compasión AHORA!)

Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción del fragmento, mía.

domingo, 24 de noviembre de 2013



Mi tía Olga cumpliría hoy 98 años, si recuerdo acertadamente su año de nacimiento. Esta foto, calculo, debe ser de los años cuarenta, cuando andaría ella en la década de los treinta. Durante mucho tiempo la tuvo colgada en su recámara y a mí siempre me encantó. Me parecía y me sigue pareciendo hermosa. Hoy vive en mi estudio y me acompaña durante horas mientras trabajo en mi computadora. Fue un regalo expreso de ella para mí. Tampoco es que necesite su retrato para recordarla. Ella está conmigo siempre: Cuando juego cartas con mi hijo y le indico la manera correcta de cortar la baraja o de repartir ("Así me lo enseñó mi tía Olga"), cuando me seco entre los dedos de los pies después de bañarme ("Así me lo enseñó mi tía Olga" y así se lo enseñé yo a mi hijo de muy pequeño - como sentía cosquillas me decía: "No, lo de mi tía Olga no...") o cuando me imagino qué consejo me daría en cuestiones de amor, de amistad o de trabajo.

La extraño, sí, y la extrañaré siempre. De ella sí recuerdo sus flores favoritas: los claveles rojos. Como no he fotografiado ningunos, le dejo, con el amor de siempre, esta rosa muy roja con unas gotas de rocío entre sus pétalos y la aspiración de que encuentre la felicidad y esté libre del sufrimiento.


sábado, 23 de noviembre de 2013



Para doña T,
esta lluvia de flores blancas
con todo mi cariño a un año de su muerte

viernes, 22 de noviembre de 2013

Hoy mi mamá cumpliría 79 años. Desde anoche me puse a pensar cuáles eran sus flores favoritas y no hallé respuesta alguna. No sé si lo supe y lo olvidé o si nunca lo supe. Escogí, pues, estas que a mí me parecen hermosas, con la aspiración de que a ella le hubieran gustado también y le hubieran alegrado el día.

Hoy me tocó ir a la Ciudad de México y tuve a mi mamá presente en diferentes momentos. En especial recordé, al ver un anuncio de una marca de cosméticos, una ocasión en que volvió de la universidad y me contó que una de las secretarias en el instituto le había ofrecido unos productos de belleza que vendía para completar su sueldo. Conmovida, me dijo que la secretaria en cuestión era muy honesta, pues le había dicho que sus productos eran chafa (1. adj. coloq. Méx. De mala calidad). "Ay, ma", le contesté divertida, "la marca es Jafra - no es que los productos sean chafa." Mi mamá, ante la honestidad de la vendedora, le había comprado, por supuesto, un montón de cosas. Me sonrió como si no entendiera del todo lo sucedido. Así era a veces mi mamá y hoy me volví a reír mucho, con ella, al recordar la anécdota. La celebro, pues, y celebro recordar estos momentos en que nos reímos juntas.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Invitado: Milarepa


Cinco formas de descasar la mente en meditación

Pintura de Robert Beer



Descansa de forma natural como un niño pequeño.
Descansa como un océano sin olas.
Descansa dentro de la claridad como la llama de una vela.
Descansa sin preocupaciones propias como un cadáver humano.
Descansa inamovible como una montaña.





Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción mía.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Estoy escuchando música sentada sobre el sofá de mi estudio. Las persianas están cerradas. Noto un destello de luz que se cuela. Calculo por la altura que no pueden ser las lámparas del estacionamiento. Me asomo y confirmo mi suposición: una luna, pequeña y brillantísima, adorna el cielo.

Volteo hacia abajo y me encuentro contigo. Vuelves a casa y me saludas con la mano. "Mágico", dirías tú.

lunes, 18 de noviembre de 2013


En el horizonte de árboles
Rompen las nubes grises
Del atardecer

En medio del mar oscurecido

Resplandece el lucero
De la noche

domingo, 17 de noviembre de 2013

The Lion Sleeps Tonight

Uno de los primeros discos que tuve, un acetato pequeño, de los de 45, fue el de Los Tokens que, supongo, contenía dos temas -uno de cada lado. Yo solo me acuerdo de "El león duerme esta noche". También recuerdo a medias la portada: una imagen psicodélica en verde y morado. Creo que fue un regalo de Reyes o de mis padres quizá. Me encantaba.

Años después, ya casada y antes de que naciera mi hijo, su futuro padre y yo fuimos a ver El rey león de Disney durante un viaje que hicimos a Veracruz. Creo que la función fue en el mero puerto. La película nos encantó a ambos. Ahí me reencontré con el león que duerme esta noche, interpretado por Timón y Pumba. Y entonces pensé que, a lo mejor, tendríamos un hijo.

En efecto, lo tuvimos. Durante sus primeros años de vida, mientras aprendía a ayudarlo a dormir, recordé a los Tokens y comencé a cantar la canción de la cual había sido fan de niña. Pero le aumenté una estrofa, que hablaba de un cachorro de león que dormía junto a su madre.

Hoy ya no hace falte que le cante para que se duerma, así que hacía tiempo que no volvía a esta rola, hasta que anoche me puse a leer la gaceta que mes con mes publica una amiga que vive fuera de México. En esta ocasión incluyó un enlace a un video de un coro donde ella y sus compañeras cantan, ni más ni menos, "The Lion Sleeps Tonight". Me encantó verla y escucharlas y así, de sopetón, se me vino a la memoria toda mi historia con esta música, que me ha acompañado durante casi toda mi vida.

A ver qué nos depara el destino...
para Ana, que me la trajo de vuelta



viernes, 15 de noviembre de 2013

Invitado: Brian Patten


Sometimes it happens

And sometimes it happens that you are friends and then
You are not friends,
And friendship has passed.
And whole days are lost and among them
A fountain empties itself.

And sometimes it happens that you are loved and then
You are not loved,
And love is past.
And whole days are lost and among them
A fountain empties itself into the grass.

And sometimes you want to speak to her and then
You do not want to speak,
Then the opportunity has passed.
Your dreams flare up, they suddenly vanish.

And also it happens that there is nowhere to go and then
There is somewhere to go,
Then you have bypassed.
And the years flare up and are gone,
Quicker than a minute.

So you have nothing.
You wonder if these things matter and then
As soon you begin to wonder if these things matter
They cease to matter,
And caring is past.
And a fountain empties itself into the grass.



Thanks to Berna

martes, 12 de noviembre de 2013

Mañana de martes


Estoy parada esperando a que mi gasolinero amigo me revise la presión del aire de las llantas. El sol acaba de salir y mi cuerpo proyecta una sombra alargada en el piso.

Entonces me doy cuenta que la sombra se duplica y volteo para averiguar la razón. "Perdón, es que este grillo está muy bonito y tenía que sacarle una foto", dice una voz ligada a un teléfono celular ligado a la mano de una chica que en cuclillas le saca fotos a lo que más que grillo parece un insecto hoja (de otro modo, habría brincado muchos minutos atrás). Sonrío porque yo suelo hacer lo mismo y porque segundos antes había pensado que el bicho peligraba ahí, cerca de mi auto.

Cuando mi mente criticona está a punto de echarse un rollo sobre cómo la fotógrafa abandonó a su modelo después de captarlo con su cámara, veo cómo lo recoge con mucho cuidado, lo lleva hacia una jardinera, lo sigue fotografiando sobre su mano libre, con el sol de fondo, y finalmente lo coloca suavemente sobre unos arbustos.

Antes de irme, cuando el gasolinero me da el cambio, se asoma por la ventana del coche y me pregunta: "¿Todavía tiene la foto de su...", refiriéndose al Karmapa, que me acompaña desde el tablero. Comprueba, casi con media cabeza dentro, que sigue ahí. Nos despedimos y cada quien sigue con su día.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Invitado: Robert Brault




La cosa más difícil de hacer en cuestiones del corazón es resistirse a las tentaciones del sentido común.


Original en inglés, aquí.
Traducción mía.

sábado, 9 de noviembre de 2013

viernes, 8 de noviembre de 2013

¡¡¡¡4o cumpleaños!!!!


Y para celebrarlo, un regalo doble.

Primero un fragmento de vochito blanco, por que el juego siga siempre:



Y segundo, un capricho musical recién hallado en la radio, nomás porque sí:




jueves, 7 de noviembre de 2013

será tiempo


será tiempo
de encontrarnos de vuelta
de vernos a los ojos otra vez
de intentar reconocernos

será tiempo
de rozarnos los labios
de tomarnos las manos
de ver quiénes somos

será tiempo
de olvidar
tiempo de recordar
de inventarnos de nuevo

será tiempo aún
de un nosotros

martes, 5 de noviembre de 2013

>>>acelere>>>


Dos definiciones propone la Real Academia para esta palabra (y yo dudando de que estuviera incluida en su diccionario):

1. m. Col. y Nic. Rapidez con que se hace algo.
2. m. Col. y Nic. Alteración que sufre una persona por el efecto de las drogas, especialmente por la mariguana.


Ahora, eso de que se use solo en Colombia y Nicaragua me parece algo limitado. Tampoco considero que estas dos propuestas cubran todo lo que el vocablo implica. Yo incluiría una tercera que ilustraré con una experiencia:

Lunes 4 de noviembre: Me dispongo a ver una película con mi hijo y nos quedamos de ver en el centro comercial donde se encuentran los cines. Nos encontramos en el estacionamiento y subimos juntos las escaleras eléctricas, recién decoradas con hojas transparentes y luces blancas entretejidas. "No se posible. Los muertos aún no han tenido chance de irse y ya está decorado para navidad", comento. Más adelante vemos árboles, esferas, renos y demás cuando faltan casi dos meses para las fiestas decembrinas. Claro, se trata de empezar a alimentarnos el espíritu navideño, es decir, prepararnos para las ventas más importantes de todo el año.

Acelere me parece, pues, este ritmo artificial, rápido en extremo, que se nos ha hecho creer es el ritmo al cual debemos vivir nuestras vidas: corriendo, comprando, casi sin respirar, comprando, entregando trabajos hechos al vapor (siempre para ayer), angustiados por cualquier fecha de vencimiento o empeñados en llegar antes que cualquiera adonde sea que vayamos. Y todo ello está -nada más- en nuestras mentes y en las de quienes nos rodean, como si estuviéramos, en efecto, bajo el efecto de quién sabe qué droga estrambótica, etiquetada como "normalidad".

Podríamos recibir a los muertos, estar con ellos, despedirlos y aún tendríamos varias semanas antes de preocuparnos por el fin de año.

Afortunadamente, la película que entramos a ver no podía haber sido más lenta (en el mejor sentido del término): Camille Claudel 1915 que narra la reclusión de la escultora en un manicomio cerca de Avignon, donde pasó los últimos 29 años de su vida. Así se nos bajó el acelere...

lunes, 4 de noviembre de 2013

Traducción


Tres, o quizá cuatro, pares de tenis colgados de los cables de la luz. Al fondo, un atardecer brillante, colorido. Cada zapato y su par resaltan a contraluz.

Vengo manejando, mi cámara está en mi bolsa y no me toca el alto. Ni con la ayuda de mi copiloto podría sacar esa foto.

No me queda más que avanzar, guardar la imagen, e intentar traducirla a palabras.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Día de Muertos


cempasúchiles silvestres para los míos,
con la aspiración de que soltemos el apego


*


¿Por qué nacemos? Nacemos para que no tengamos que nacer otra vez.

~
 Ajahn Chah ~

Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español de Adela Iglesias

viernes, 1 de noviembre de 2013

Invitada: Jetsunma Tenzin Palmo


Nunca dije que el amor causa pena

Cuando perdemos algo que amamos, es nuestro apego lo que es el problema, no la pérdida. Eso es lo que nos provoca desconsuelo. Y por eso es que el Buda enseñó que con el apego vienen el miedo y la tristeza. Tenemos el miedo de perder y entonces tenemos la pena cuando perdemos. El Buda nunca dijo que el amor provoca tristeza.
Original en inglés, aquí.
Traducción al español de Adela Iglesias.