La fuente de todo nuestro sufrimiento
Nuestro apego o aferramiento emocional instintivo a una vaga noción de un yo es la fuente de todo nuestro sufrimiento. De la idea de «yo» viene la idea de «otro». Es a partir de la interacción entre «yo» y «otro» que surgen el deseo, el odio y el engaño. Hay muchos tipos de deseo, incluyendo la avaricia, la envidia y la tacañería. El odio puede tomar la forma de los celos, el enojo y el resentimiento. El engaño incluye la opacidad mental, la estupidez y la confusión. De estos estados mentales poco saludables surgen acciones motivadas por ellos y se manifiestan sus resultados. Los resultados toman la forma de todos los tipos de sufrimientos, de los cuales uno no puede escapar mientras que se identifique con el «yo» que está sufriendo.Así, la única manera de remover el propio sufrimiento es tener la realización de la ausencia del yo. La mente de sabiduría que tiene la realización de la ausencia del yo es como la luz que remueve la oscuridad. Así como la oscuridad no puede existir en la luz, el sufrimiento no puede existir en la luz de la mente de sabiduría.
Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.
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