cielo madrileño |
Pues increíble, pero cierto, hace 5 días, el 8 de noviembre, fue el cumpleaños número 10 de este blog. Sí. Diez años de estar al aire ininterrumpidamente, como quien dice. Pero con eso de que, por lo pronto, vivo del otro lado del Atlántico (o de este lado, pues), aunque tenía presente la fecha desde hace semanas (incluso meses), el mero día me olvidé por completo del aniversario.
Pero eso no quita que hoy me tome el tiempo para celebrar la primera década de estar alimentando este espacio virtual, uno de los sitios donde más libre soy. Libre porque comparto lo que se me da la gana y no me tengo que atener a las indicaciones ni a las necesidades ni a las normas de nadie más. Por otro lado, saber que hay quienes (conocidos y desconocidos) me leen y, a veces, me comentan me alienta a dedicarle tiempo y energía y pasión y reflexión. Y me mantiene conectada con el mundo de una forma especial: con nombre para quienes me conocen y anónimamente para quienes no saben quién soy.
Sobre todo, me mantiene conectada conmigo misma: con lo que me gusta y lo que no; con lo que descubro dentro y fuera de mí; con mis miedos y mis ilusiones; con mis partes luminosas y con las oscuras; con mi parte políticamente incorrecta (creo que no tengo una que sea correcta, o más bien opto por evitarla). Hace unos días, un amigo mexicano con quien me reuní aquí en Madrid me dijo que le sorprendía que me abriera tanto en mis entradas en el blog y llegara a ser tan personal. La verdad es que nunca lo había pensado en esos términos, pero me reconocí en lo que él describía y me gustó que así me leyera. En realidad, no podría hacerlo de otro modo. (¿Para qué?)
Como celebración un pelín tardía del bloguiversario, Madrid me regaló ayer y hoy unos días espléndidos, de sol, de cielo azul azul, quizá el mentado veranillo que nos debía San Martín (aunque ya para mañana se anuncie un frío "de navidad"). Y yo sigo mapeando "mi barrio" y sus alrededores y descubriendo y nombrando calles, cines, centros comerciales y edificios, como la Torre Picasso, detrás de la cual brillaba ese sol casi invernal, que aún llega a calentar si le das chance:
Felicidades para mi es delicioso leerte y que te compartas en todos tus matices. Te quiero
ResponderBorrar¡Gracias, amiga! Para mí es delicioso saberte presente leyéndome y comentando lo que lees. Es como platicar desde las dos orillas del Atlántico. Yo también te quiero.
BorrarDiez años!!! No es fácil pero se entiende cuando es lo que te permite ser, expresar, reflexionar, compartir, pensar... ¡FELICIDADES con todo el corazón!
ResponderBorrar¡Muchas gracias, de todo corazón, Ceci! Así es justamente este espacio que, además, adquiere más sentido cuando "mis gentes" lo visitan, comentan y siguen en diálogo conmigo, aun a la distancia. Te mando un abrazo grande desde Madrid.
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