lunes, 26 de octubre de 2020

Invitado: Jonathan Carroll


Creo firmemente en los gestos pequeños: págales el café, sostén la puerta para los extraños, deja propina de más, sonríe o intenta ser gentil incluso cuando no te apetece, echa flores, persigue por la banqueta la pelota que se le escapó al niño y lánzasela de vuelta, intenta ser más grande de lo que eres, en particular cuando es difícil. La gente lo nota, la gente lo aprecia. Yo lo aprecio cuando alguien lo hace por mí. Los gestos pequeños pueden implicar un esfuerzo o, de hecho, ir en contra de lo que sientes ("Yo no sirvo para echar flores"), pero la ironía es que casi cada vez que los haces, te sientes mejor contigo mismo. Durante un momento la vida se siente de pronto más ligera, un poco más como Gene Kelly bailando bajo la lluvia.


puercoespines de chocolate
en un aparador otoñal
en Avenida Gaudí

Original en inglés y fuente, aquí.  / Traducción al español e imgen, mías.

1 comentario:

  1. Descubrí que es mucho más fácil hacerlo cuando el impacto es para mi expansión, cambia todo el sentido. Gracias

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