Hace más de 4 años que aprendí lo que quería decir este anglicismo tomado del japonés ぼけ (boke). Desde entonces me fijo más cuando mi camarita rosa, en complicidad (o no) con mi mirada o con mi intención, desenfoca algún plano de una de mis fotografías, regalándome otra manera de ver las cosas.
De vez en cuando hay alguna imagen que me resulta especialmente atractiva y sorprendente, como esta que tomé en Chimal hace unos días. Quería sacar las flores rojas del vecino de mi comadre y así fue como las interpretamos mi cámara y yo:
Aquí sigo, intentando explicarme el mundo un disparo a la vez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario