jueves, 17 de diciembre de 2020

b.o.k.e.h. .2

Hace más de 4 años que aprendí lo que quería decir este anglicismo tomado del japonés ぼけ (boke). Desde entonces me fijo más cuando mi camarita rosa, en complicidad (o no) con mi mirada o con mi intención, desenfoca algún plano de una de mis fotografías, regalándome otra manera de ver las cosas.

De vez en cuando hay alguna imagen que me resulta especialmente atractiva y sorprendente, como esta que tomé en Chimal hace unos días. Quería sacar las flores rojas del vecino de mi comadre y así fue como las interpretamos mi cámara y yo:




Aquí sigo, intentando explicarme  el mundo un disparo a  la vez.


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