Protegernos del dolor
Protegernos del dolor —el propio y el de los demás— nunca ha funcionado. Todo el mundo quiere estar libre de su sufrimiento, pero la mayoría de nosotros lo hacemos de maneras que solo empeoran las cosas. Escudarnos de la vulnerabilidad de todos los seres vivos —lo cual incluye nuestra propia vulnerabilidad— nos disocia de la experiencia plena de la vida. Nuestro mundo se encoge. Cuando nuestras metas principales son obtener comodidad y evitar la incomodidad, nos empezamos a sentir desconectados de los otros e incluso amenazados por ellos. Nos encerramos en una red de miedo. Y cuando muchas personas y países emplean este tipo de enfoque, el resultado es una situación global caótica con mucho dolor y conflicto.
pájaros en el cielo de cuernavaca |
Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.
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