Así que sé breve. Y mantén tu aspiración: que nuestro día entero sea nuestra práctica del dharma, que no sea solamente sentarte en tu cojín. Tu cojín, sí, es para asentar tu mente, tener la conciencia clara, establecer una buena motivación, pero luego tenemos que usar nuestra vida cotidiana —todos los seres con quienes nos encontremos, todo lo que hagamos— para desarrollar nuestra conciencia amorosa, para desarrollar nuestra caridad y generosidad, para desarrollar nuestra paciencia, para desarrollar nuestra gentileza, e intentar estar conscientes, estar presentes tanto como podamos. Entonces, nuestra práctica es nuestra vida cotidiana. Nuestra vida cotidiana es nuestra práctica. Entonces no puedes decir: "No tengo tiempo", porque mientras que estemos conscientes, ese es nuestro tiempo para la práctica.
zanata al acecho |
Original en inglés, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
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