viernes, 23 de julio de 2021

Invitado: Dilgo Khyentse Rinpoché


Trascendiendo   la   prisión   de   las   apariencias


En el corazón del invierno, el frío congela los lagos y los ríos; el agua se hace tan sólida que puede sostener hombres, bestias y carros. A medida que se acerca la primavera, la tierra y el agua se calientan y se descongelan. 

¿Qué queda, entonces, de la dureza del hielo? El agua es suave y fluida, el hielo es duro y cortante, así que no podemos decir que sean idénticos; pero tampoco podemos decir que sean diferentes porque el hielo es solo agua solidificada y el agua es solo hielo derretido. 

Lo mismo es válido para nuestra percepción del mundo que nos rodea. Estar apegados a la realidad de los fenómenos, estar atormentados por la atracción y la repulsión, por el placer y el dolor, por la ganancia y la pérdida, por la fama y el anonimato, por el elogio y la culpa, crea una solidez en la mente. 

Lo que tenemos que hacer, por lo tanto, es derretir el hielo de los conceptos en el agua viva de la libertad interna. 
















Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.

jueves, 22 de julio de 2021

Días de retiro 2



Los días de retiro dejan de ser días, así en plural, para pasar a ser un solo día. El mismo y siempre distinto.

Hay una rutina, sí, pero el tiempo es otro. Más presente. Menos pasado. Menos futuro.

Solo (o casi) el momento de estar.



Hay algún paseo de condominio y alguno por la calle. Y hay mucha mente. Mucha intención de ver la mente y descubrirla y ver que no se puede. Y, sin embargo, están la claridad y la luminosidad y el vacío.

Cabe todo. Una pinta en la pared. Un autorretrato y un retrato. Sombras de gallinas y peces.

Y todo se disuelve. 

8 more days 

domingo, 4 de julio de 2021

Días de retiro


Es la mañana del primer día. Un colibrí visita mi balcón, algo nunca visto en 16 años en este departamento. Parece que lo atraen las flores del amorcito. No estoy segura si alcanza a meter el pico.

A medio día, el colibrí regresa.

Es la tarde del segundo día. La sinvergüenza que rescaté de la alberca ha echado dos flores rosas. Las primeras. Me parece.

Tercer día. En soledad. La segunda flor rojo sangre del cactus-serpiente está por abrir.

Intento centrarme en las bendiciones. Intento no dejar que la mente se distraiga.

Intento.


jueves, 1 de julio de 2021

Paseo matutino 2



Mi amiga Joana me llama "
paseadora de condominio" y me gusta cómo suena. Me da también un poco de nostalgia ser paseadora de Madrid o de Barcelona.

Hoy salí a caminar más tarde porque tuve una paciente temprano. Parece que Enrique, el huracán-tormenta tropical, no se ha ido del todo aún. Todo estaba mojado y la luz brillaba, pero no había sol.



Me acompañaban las golondrinas. Vuelan bajo, como cortando el aire, y a veces parece que me van a rozar la cabeza. (Nunca ha pasado.) Me encanta verlas rozar apenas el agua de la alberca pera tomar un sorbo. Dejan una sucesión de ondas concéntricas que se extienden hasta desaparecer. Como la vida. Más o menos.

Mientras giraba para dar vuelta a la barda y encaminarme hacia el edificio A, que rodeo en mi caminata, una ardilla y yo nos dimos un susto. Ella iba tras un aguacate, que perdió al verme y salir disparada en sentido contrario. Yo di un brinco y me reí. Nos pasó dos veces. La segunda, yo me reí más y ella parecía igual de asustada.



Hoy vi menos pájaros, quizá por la hora, pero pude fotografiar dos. Y también volverle a hacer retratos dobles a una de las gatas que alimentamos entre varios vecinos.

Así la vida de paseadora de condominio el día de hoy, en este verano cuernavacense, lluvioso y hasta frío.