Nunca había buscado este verbo en el diccionario y fue un hallazgo feliz, o más bien fueron varios:
Del lat. tardío resanāre 'sanar, curar', 'corregir, reformar'.
1. tr. Cubrir con oro las partes de un dorado que han quedado defectuosas.
2. tr. Reparar los desperfectos que en su superficie presenta una pared, un mueble, etc.
3. tr. Eliminar la parte dañada de una tabla, una fruta, etc.
Yo, desde niña, he relacionado resanar con lo que se le hace a una pared que se ha empezado a descascarar por el paso del tiempo, la humedad y la vida. Y me sonaba un poco como a lo que en España le llaman una "chapuza" (obra o trabajo, generalmente de mantenimiento, de poca importancia) y, quizá, no estaba del todo desencaminada, aunque yo a Ana, en Madrid, se lo oí decir más como un trabajo mal hechón, pero pasable.
Hoy, retomo el verbo "resanar" desde otra perspectiva. Más en el sentido de su origen en el latín tardío de sanar o curar.
Igual que una casa, o cualquier otra construcción, se deteriora y requiere mantenimiento (pintura, impermeabilización, cambio de tuberías) o alguna cosa dorada que se ha desgastado ha de cubrirse nuevamente de oro, así también sucede con las relaciones, sobre todo las profundas y de largo tiempo. Las de raíces y troncos fuertes, cuyas ramas pueden de pronto (o poco a poco, imperceptiblemente) irse enredando.
"Resanar" en este contexto, pues, lo entiendo como atender los patrones de conducta, creados interdependientemente, que hacen que una relación se trabe, los comportamientos poco hábiles que han ido ocupando los espacios claros de antes. Y así, se sana o se cura lo que pudo quedar lastimado, más por descuido o torpeza que a propósito. Yo no conozco otra manera de proceder. Dejar que las aguas vuelvan a su nivel podría ser una opción (por aquello de que el tiempo todo lo cura), pero ¿qué sucede si las aguas en vez de reencauzarse, se llevan la casa (o la amistad) de corbata o, peor aún, la dejan en un estado irreparable o la convierten en algo meramente superficial que puede desmoronarse con el primer viento en contra?
Resanemos, pues, lo resanable cuando aún es tiempo, que la vida es corta y la muerte puede sorprendernos en cualquier momento.
Y aquí, nomás porque sí, esta flor lejana, porque empieza la época de las campánulas azules, primas de los cazahuates, que brotan por doquier. |
De acuerdo, mejor ir al encuentro y resanar las relaciones con todo y la incomodidad que a veces representa.
ResponderBorrar¿Verdad que sí? ¿Y pa cuándo ese cafecito tan esperado?
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