Si estamos apegados a los pensamientos y nos aferramos a ellos, ¿se disolverán por sí mismos? No lo harán. Si miramos la esencia del movimiento, o el pensar, veremos que está vacía de naturaleza y no puede establecerse como nada en absoluto. Los movimientos de los pensamientos no están establecidos en ningún lugar dentro o fuera del cuerpo: por naturaleza, los pensamientos son vacíos en esencia y es por esto que se disuelven naturalmente. Pero ocurren y cuando ocurren, son como nubes en el cielo. Cuando las nubes aparecen en el cielo, oscurecen al sol y a la luna, pero no duran para siempre: se dispersan naturalmente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario