martes, 25 de marzo de 2025

m.o.m.e.n.t.o.


Mi gata se pone alerta.

De pronto, echa una carrera hacia la sala. Y se sube al sofá. Mira con gran atención. Nerviosismo.

Escucho el gorjeo de un pájaro.

Cuando me empiezo a levantar para asomarme yo también a la ventana (y con suerte capturarlo con mi cámara), lo veo en el quicio. Su mirada se cruza con la de mi gata.  Ella tensa los músculos, prepárándose a saltar (sueña con capturarlo también, imagino). 

Cuando ambas nos disponemos a dar el siguiente paso, él emprende veloz el vuelo.

El momento ha pasado. Ella se queda echada sobre el respaldo del sofá. Yo tecleo en mi compu. Y el pájaro.... 

Ya no hay pájaro.

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