Todo empezó como un regalo de Runs: una hoja de Sansevieria (su nombre científico) en una minimaceta de barro. Era un esqueje de las plantas que crecen en su casa. Entre ambes decidimos que su lugar era la mesa verde en mi recámara como extremo del altar y junto a la ventana. Yo creo que llegó en junio, a mediados más o menos.
Un buen día de julio, hacia finales, me sorprendió con este minúsculo brote:
Y a partir de ahí siguió creciendo la "lengua de suegra" (porque sus hojas son largas, rígidas y puntiagudas - habrá que confirmar la información con Yare, mi nuera) o "espada de San Jorge" (por su forma, claro, y por sus propiedades protectoras contra las malas vibras).
Cuando llegue a la mitad del tamaño de la hoja mamá, habrá que cambiarlas de maceta, me recomendó Runs. Para finales de julio ya estaba así:
Para septiembre llegó el momento de trasplantar a la espada madre con su lengua hija (o la lengua madre con su espada hija) a una maceta más grande, donde había dos violetas pequeñas que encontraron lugar en otro sitio:
Hoy se ve así:
Me emociona mucho cuidar una planta y verla crecer. Además es otra forma de tener a Runs cerca. Y, por si fuera poco, resulta que esta planta tiene una constelación de propiedades maravillosas: purifica el aire porque elimina toxinas y absorbe partículas contaminantes suspendidas; produce oxígeno por la noche y, así, ayuda a mejorar el sueño y reducir el estrés, y se dice también que ayuda a cicatrizar heridas, disminuir el dolor de cabeza y migrañas, reducir los niveles de azúcar en la sangre, aliviar padecimientos de riñón, combatir la inflamación de las vías respiratorias, prevenir el cáncer y, además, que tiene propiedades laxantes (aunque aquí, de donde saqué la información, no entra en detalles sobre cómo usarla). Pero bueno, es como tener una curandera personal habitando mi espacio. Y no solo eso, sino que también absorbe el calor por sus hojas gruesas y regula, así, la temperatura de un espacio cerrado. Qué más se le puede pedir...
Que vivan, pues, las lenguas de suegra (creo que es mi nombre favorito) y el sobrino que me la regaló.
(Gracias, Runs, por tu presencia y tu cuidado siempre.)
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