Así que considero que la cuestión de proteger el ambiente es básicamente una cuestión de la mente. La forma en que los seres humanos actúan está basada en su motivación, así que la cuestión ambiental es una cuestión mental; está basada en la manera en que vemos las cosas. Y estos días, nuestra forma de ver está permeada por un deseo insaciable. Ha llegado al punto en que queremos cualquier cosa que vemos. Somos como un gusano de seda que está tejiendo su capullo con material que proviene de su propio interior. Justo así es nuestro deseo: Sale de nuestra mente y luego un deseo da pie a otro y a otro en un flujo continuo, de modo que nuestra vida entera está desbordada de deseo. Vivimos en un capullo hecho de nuestro ansiar constante.
Original en inglés, aquí.
Traducción al español, mía.
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