lunes, 8 de octubre de 2018

Crónica de un domingo 2


Es temprano, para ser domingo, y vas caminando hacia el consultorio. Tu paciente de los sábados, que viene de México, te pidió cambiar el día. Decidiste no llevar el coche, para hacer ejercicio, para no contaminar, porque te lo pidió tu hijo.

Casi no hay nadie en las calles. Tampoco hay ruido. Todo parece seguir durmiendo.

El camino de ida es una subida, leve pero subida. Y notas el esfuerzo.
Te llama la atención una combi vieja estacionada del lado izquierdo. Y le haces una foto.












También notas que del otro lado de la calle viene bajando una mujer que salió a pasear a su perro. Trae unos zapatos idénticos a los tuyos. Rojos. Es tu vecina. Fue tu amiga. Hace una vida. Parece. No se saludan. Dejaron de hacerlo hace casi un año.

Qué rara es la vida piensas.

Entonces te topas con un desconocido del mismo lado de tu calle.

—Buenos días, jefecita —te dice, sonriente.
—Buenos días —le contestas, mientras mentalmente repites con un pelín de sorna, y muy despacio, «je-fe-ci-ta».

Después de la sesión, regresas a pie de nuevo. Claro. La calle sigue casi vacía. 

Te encuentras un bicho negro, sobre el suelo negro, y te sientas en la banqueta para sacarle una foto. Luego piensas que quizá habría sido buena idea quitarlo del camino para evitar que alguien lo pise.




Te llegas hasta el súper. (No puedes estar sin tu pasta para la migraña.) Dudas si pasar a comprar de una vez unas flores, pero lo dejas para mañana. Regresas a casa.

El resto del domingo transcurre tranquilo, lento, con algún pico (leve) de angustia. Típica de domingo. 

Y vuelves a pensar que qué rara es la vida.
 A veces.
Y otras, también.


2 comentarios:

  1. Sí es muy rara. Entre todas las rarezas me gustan las tuyas. Recomiendo que a oa otra saludes a la examiga nomás para ver que hace.

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    1. Gracias, Efigie, por pasarte por aquí y comentar. Me gusta que te gusten mis rarezas. Y sí, podría ser un buen experimento lo de saludar yo, aunque ya lo hice (sin querer, sin darme cuenta que era ella en su coche) y no me contestó...

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