martes, 21 de diciembre de 2021

á n g e l (a)

De las definiciones que la RAE propone para este término, yo me quedo con la etimología:

Del lat. tardío angĕlus, y este del gr. ἄγγελος ángelos; propiamente 'mensajero'.

Porque me gusta la idea de mensajero y me gusta que venga del griego. Porque la Academia luego dice que:

1. m. En diversas religiones monoteístasespíritu celeste creado por Dios para su ministerio.

Y no me gusta ni lo de monoteísta (soy más de muchos dioses y diosas, y en última instancia, de la doctrina no teísta) y tampoco aquello de que solo estén al servicio de dios y menos que solo sean del sexo masculino. (De hecho, la palabra "ángela" solo está consignada como parte de la expresión "Ángela María", para denotar que se aprueba algo, que se cae en la cuenta de algo, o que causa extrañeza lo que se oye, aunque yo en mi vida me he encontrado con la frase.)

Y todo esto viene a propósito de que hace unos cuantos días, venía yo entrando al condominio cuando divisé una figura alada blanca que surcaba el cielo arriba de los edificios. Me llamó mucho la atención e intenté fotografiarla. Aunque fue una tarea difícil,  mi camarita rosa y yo logramos capturar al ser alado blanco así:





Lo que es seguro es que no es una ave común por estos lares. (Otra vez me caería bien la pericia de algún ornitólogo.) Me dio la impresión de que pudiera haber sido una garza, de esas que viven cerca de cuerpos de agua, como la laguna de Coatetelco, que perdió el rumbo y acabó en Cuernavaca. Quizás era una garza intrépida y aventurera que decidió abandonar sus rumbos habituales y arriesgarse fuera de su entorno conocido. O quizás era una ángela de esas que ni siquiera están consignadas en el diccionario. Una mensajera cuyo mensaje aún no descifro. Tal vez no sea necesario hacerlo, sino simplemente quedarme con ese asombro momentáneo de atestiguar una suerte de milagro (¿será la época la que me saca estos términos religiosos con los que rara vez me relaciono?), que desapareció unos cuantos segundos después de mis disparos fotográficos. 

Ángela era también una de mis bisabuelas paternas (Mamá Inda, de cariño), y lo siguen siendo una amiga de infancia y adolescencia, y una prima a la que ya no veo. Ah y una personaja de mi segunda novela (la madre del protagonista, ni más ni menos).


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