La palabra tibetana para budismo, nangpa, tiene el sentido de internalizar: indica que necesitamos voltear hacia adentro y trabajar en nuestro interior. Haciendo esto y adquiriendo un sentido más claro de quiénes somos realmente, desarrollamos un sentido de nuestra existencia según se relaciona con todo lo que nos rodea. Si miramos el exterior e intentamos averiguar qué es lo que está allá afuera con base en proyecciones mentales confusas, nunca reconoceremos quiénes somos. Lo que es fundamentalmente cierto es que la experiencia de dolor o placer no se trata tanto de lo que está sucediendo externamente, como de lo que está sucediendo internamente: la experiencia de dolor o placer es básicamente un estado mental. El que experimentemos el mundo como iluminado o confuso depende de nuestro estado mental.
Traducción al español e imagen, mías.
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