Extender nuestra compasión a nosotros mismos
Antes de que podamos extender nuestra compasión a otros, primero tenemos que extenderla a nosotros mismos. ¿Cómo hacemos esto? Tenemos que observar nuestra propia mente y apreciar cómo nuestras propias expresiones neuróticas –nuestros pensamientos confundidos y emociones perturbadoras–, de hecho, nos están ayudando a despertar. Nuestra agresión nos puede ayudar a desarrollar claridad y paciencia. Nuestra pasión nos puedo ayudar a soltar los apegos y ser más generosos. Básicamente, una vez que vemos que esta mente de confusión es también nuestra mente de despertar, podemos apreciarla y confiar en nuestra habilidad para trabajar con ella. Es una buena mente después de todo, la mente que nos llevará hasta la iluminación. Cuando entendemos esto, podemos empezar a soltar nuestra actitud previa de repulsión hacia nuestras emociones.
Original en inglés y fuente, aquí.
Traducción al español e imagen, mías.
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