A pesar de una vida de experiencia con el cambio, algo en nuestro interior nunca cesa de insistir en la estabilidad. Cualquier cambio, incluso un cambio para mejor, se puede sentir un poco inquietante porque parece exponer nuestra incertidumbre subyacente sobre la vida. Preferimos pensar que tenemos un suelo firme donde estar parados que ver con claridad que todo está siempre en transición. Preferimos negar la realidad del cambio continuo que que aceptar la forma en que las cosas son.
| efímera luz matinal |
Original en inglés y fuente, aquí. Traducción al español e imagen, mías.
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