La vida moderna va por el carril de alta velocidad. Lo triste es que, realidad, no es más eficiente por ello. Todo el mundo va corriendo, corriendo, corriendo. Es como esos roedores en una rueda. Solo estás interminablamente moviéndote con urgencia, con urgencia, con urgencia, hasta que te caes, completamente exahusto o muerto, y no has llegado a ningún sitio. No realmente. Esta es la razón por la cual grandes organizaciones como Google y demás patrocinan retiros de atención plena para sus empleados. No es en aras de la la liberatción de estos pobres empleados: es para evitar que se agoten y reducir sus niveles de estrés mientras siguen estando en la rueda. Deberíamos pensar sobre esto.
Durante el día, solo da un paso atrás, relájate, toma unas cuantas respiraciones profundas y regresa al momento presente. Para cada uno de nosotros, solo nosotros podemos traer más conciencia y claridad a nuestras vidas. Depende de nosotros. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto no toma tiempo. Solo toma atención, conciencia y presencia mental. Cuando hacemos esto, las cosas se hacen de igual modo. Sin embargo, al final de todo, sientes ese sentido de espaciosidad, en lugar de sentirte claustrófóbico y exhausto. Este es el entrenamiento. Tenemos que entrenar la mente.Como dijo el Buda: “Deja que el hombre sabio domestique su mente. Una mente bien domada trae felicidad”. Así que, ¿por qué no tener una mente feliz?
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