viernes, 10 de mayo de 2024

Mother's Day

Me voy a nadar después de las 6 y media de la tarde, en un día más de calorón. Tendida sobre el agua bocarriba, de muertito, vi la llegada del atardecer, con nubes rosas detrás de la jacaranda que ya vuelve a estar verde y acoge pájaros que parece que se detienen allí antes de llegar a su cama, que debe estar más escondida.

En un día en que la celebración casi se agria, pero al final se salvó. 

Tuvimos rollos de canela, que no estaban muy buenos, mucho menos de lo esperado. Y alfajores muy buenos. Y una blusa que fuimos a encontrar en la colonia Flores Magón, en una zona de Cuernavaca en la cual yo  jamás había puesto pie. En la calle de Sonora, enfrente del OXXO, estaba Claudia, oriunda de Oaxaca, que vende las blusas que confecciona su mamá, a quien ella ahora está cuidando, pues padece del riñón.

Hubo comida compartida y cinco y continental y tonicol y tívicos con agua mineral. Y paciencia para estar pese a todo. Que como aprendiera yo hace años de Allyn Lyon, los humanos en el camino somos seres imperfectos que nos equivocamos, pero que somos capaces de pedir perdón, con palabras o con acciones, y volver a intentarlo. Gracias, pues, a Yare y a Santiago y a mí misma por permanecer. Y a m madre de esta vida por habérmela dado.

El final del día me regaló la luna creciente del Buda, que llegará a llena en menos de dos semanas, recordándonos su nacimiento, iluminación y parinirvana. 




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