¡Nadie pregunta nunca cómo deshacernos del apego! La gente quiere librarse del enojo porque el enojo es una emoción desagradable y no les gusta: les hace sentirse mal. Saben que no es bueno y, entonces, quieren saber cómo pueden erradicarlo de sus vidas. Y eso está bien, pero no es el enojo lo que nos mantiene aferrados a la rueda:* es el apego, la avaricia y el deseo. Pero nadie quiere deshacerse de estos. Siempre y cuando nuestra avaricia se satisfaga en algún punto, nos gusta. Decimos: "Ah, si ya no puedo amar nada, si no estuviera apegado a nada, sería tan tedioso. La vida sería tan aburrida; sería tan fría". Honestamente, ¿no es así como pensamos? ¿Desapegado? ¡Guácala! Pero el desapego no significa que uno sea frío o que la vida se vuelva muy aburrida y que ya no tengamos más placer. No significa eso. Lo que significa es que este aspecto de aferramiento a la vida que todos tenemos en cierta medida. y que consideramos como algo útil y como nuestro derecho natural, es de donde brotan todo nuestro miedo y nuestro sufrimiento. Es muy profundo, pero se ve muy bonito en la superficie; parece como si nos diera felicidad y placer en el mundo. No entendemos cuán increíblemente insidioso es.
*la rueda de la vida o existencia cíclica marcada por el sufrimiento [N. de la T.]
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