martes, 6 de mayo de 2025

Invitado: Dzongsar Khyentse Rinpoché


La práctica budista de la no violencia no se trata meramente de sumisión con una sonrisa o una reflexión suave. La causa raíz de la violencia es cuando alguien se enfoca obsesivamente en una idea extrema, tal como la justicia o la moralidad. Esta fijación suele provenir del hábito de adherirnos a puntos de vista dualistas, tales como malo y bueno, feo y bello, moral e inmoral. La autojusticia inflexible ocupa todo el espacio que, de otro modo, permitiría la empatía por los demás. Se pierde la cordura. La violencia se evita entendiendo que todas estas visiones y valores son complejos e impermanentes, tal como la persona que los defiende. Cuando no tienes ego, o apego al yo, nunca hay una razón para ser violento. Cuando uno entiende que sus enemigos están bajo el influjo poderoso de su propia ignorancia y agresión, que están aprisionados por sus propios hábitos, es más fácil perdonarlos por su conducta y acciones irritantes. Del mismo modo que si alguien en hospice [cuidados paliativos para enfermedades terminales] te insulta, no hay razón para enojarse. Cuando trascendemos la creencia en los extremos de los fenómenos dualistas, trascendemos las causas de la violencia.












Original en inglés, aquí.  Traducción al español e imagen, mías.


1 comentario:

  1. Elena comentó en feisbuc: "Qué potente recordatorio de lo que realmente significa la no violencia. Gracias por compartir esta sabiduría tan necesaria.
    La verdadera compasión nace cuando soltamos la necesidad de tener razón.". Y yo le contesté: "Así es, Elena. Ojalá podamos entenderlo antes de que sea demasiado tarde 🥺".

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